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La última carta siria

Ángeles Espinosa

El primer ministro israelí, Ehud Barak, se apresuró el sábado a anunciar que está dispuesto a trabajar con el nuevo Gobierno de Damasco. Habida cuenta de la continuidad que supone el programado traspaso de poder al hijo del fallecido Hafez el Asad y los obstáculos con que chocaron todos sus intentos de negociar con éste, podría sorprender que Israel no se hubiera manifestado favorable a un verdadero cambio en la cúpula siria. Sin embargo, a pesar de todos los tira y afloja entre israelíes y sirios, la de los altos del Golán ha sido la frontera más segura que ha tenido Israel durante años. A falta de paz definitiva, el statu quo es la mejor alternativa.Aun así, el propio Barak ha reconocido que va a haber cambios en Damasco y que no está seguro de cómo van a afectar a las negociaciones con su país. Fuentes diplomáticas israelíes han admitido en diversas ocasiones su preferencia por alcanzar sendos acuerdos de paz con Asad y Arafat "por una cuestión de legitimidad". Su pasado de intachables luchadores de la causa árabe garantizaba, en opinión de esas fuentes, su capacidad de realizar concesiones que les podrían granjear la acusación de traidores. Están en el camino de conseguirlo con Arafat, pero no fue posible con Asad, que se mostró "más duro" o "más firme", según quien califique su actitud, sea israelí o árabe.

Con todo, la llegada de una nueva cara al poder en Damasco crea a la vez expectativas y recelos. En la medida en que se produzca una ruptura con el pasado, en que las depuraciones emprendidas por Bachar antes de la muerte de su padre tuvieran el objetivo genuino de combatir la corrupción y promover la modernidad, existen motivos de esperanza, aunque haya que aguardar a que el nuevo dirigente se haga con todos los resortes del poder. Ahora bien, el propio sistema por el que Bachar accede a la presidencia siria resulta lo suficientemente poco ortodoxo como para temer la influencia de camarillas -Ejército, partido único, minorías- que puedan frenar cualquier intento de acabar la partida de cartas con Israel.

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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