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El índice de precios sufre una nueva subida y se sitúa en el nivel de finales de 1996

El índice de precios al consumo (IPC) de mayo ha resultado algo mejor de lo previsto, pero no cabe hacerse muchas ilusiones. Respecto de abril, el aumento ha sido de dos décimas, aunque la inflación de los últimos 12 meses refleja sólo la subida de una décima, hasta el 3,1%, según hizo público ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE). En el camino se han quedado cuatro centésimas por el redondeo (en concreto, el IPC es del 3,14%).Junto al IPC español, el INE difundió ayer también el índice armonizado con los demás países de la Unión Europea (UE), que se ha elevado al 3,2%, dos décimas más que en abril. La diferencia responde a que el método de cálculo varía. Pero el resultado es, en cualquier caso, que la inflación española se aleja aún más que la media de los países del euro, según todas las previsiones (los datos del conjunto de la UE se publicarán el próximo día 19).

Ya sea el 3,1% o el 3,2%, la inflación española se encuentra en la tasa más alta desde diciembre de 1996, cuando marcó el 3,2%. Las presiones sobre los precios se hacen cada vez más fuertes, lo que no sólo se explica por el encarecimiento del petróleo. Los demás países del euro también padecen este problema, acrecentado por la debilidad de la moneda. "Pero nosotros tenemos el doble de inflación", explica Emilio Ontiveros, de Analistas Financieros Internacionales.

De hecho, la denominada inflación subyacente -es decir, la que elimina del IPC general los precios de los combustibles y los alimentos frescos- ha subido también en mayo. Se ha situado en el 2,3% respecto de un año antes, una décima por encima de la tasa de abril, tras subir dos décimas en relación con ese mes. También aquí ha ayudado el efecto redondeo.

El núcleo duro

Este núcleo duro de la inflación es en torno a un punto superior a la de países como Alemania y Francia y a la media de la zona euro. Recoge la mayoría de los precios de los productos que se exportan, en su mayor parte, a la zona euro. Con precios cada vez más caros, "las empresas españolas pueden vender menos y la economía pierde competitividad", añade Ontiveros, "como refleja el cada vez más abultado déficit comercial".

Ángel Laborda, de la Confederación de Cajas de Ahorros, resalta en este sentido que los precios de los productos industriales (sin energía) se han acelerado. "Si en diciembre pasado estaban en el 1,3% respecto de un año antes, ahora se elevan al 2%", explica. En especial ha subido el calzado de mujer (un 0,5% en mayo respecto de abril), los artículos no duraderos para el hogar (0,6%) y los medicamentos (0,5%).

También el sector servicios se resiste a bajar y mantiene su inflación de los últimos 12 meses en el 3,4%; es decir, por encima de la media (3,1%). Siguen las subidas en el sector turístico (0,2% en mayo respecto de abril) y las buenas perspectivas para la temporada de verano auguran mayores tensiones.

En estas circunstancias, y con el barril de petróleo en torno a 30 dólares en los últimos días, "las previsiones son peores de las que teníamos hasta ahora", explica Laborda. Casi todos los expertos se inclinan más por una inflación en torno al 2,8% a final de año, frente al 2% del objetivo oficial. El secretario de Estado de Economía, José Folgado, reiteró ayer que el Gobierno "no moverá en absoluto ese objetivo".

Para Fernando Fernández, del BSCH, "hay síntomas claros de que la economía española está recalentada". Existe, en su opinión, "un exceso de presión de la demanda porque vivimos con unos tipos de interés reales [descontada la inflación] muy por debajo de lo que estábamos acostumbrados".

Pero el argumento de que España crece más que la media de los países del euro para explicar las mayores tensiones inflacionistas pierde fuerza. La situación se resume en que el diferencial de crecimiento se acorta (un 4,3% para España y un 3,5% para la zona euro, según las perspectivas de la OCDE para 2000), mientras que la brecha de inflación se amplía.

Gasolinas más caras

Un ejemplo claro es lo que ha ocurrido con los precios de las gasolinas en el mes de mayo. Según datos de la Comisión Europea, en ese mes, la gasolina se encareció en España un 5,6%, y en la UE, un 5%. Y en ese orden de magnitud se han movido los precios de los carburantes en los últimos meses, desde que el petróleo se ha puesto por las nubes. Ahora ronda los 30 dólares por barril, aunque habrá que esperar a la reunión que el próximo 21 de junio mantendrá la OPEP para ver si decide o no elevar la producción.

En España, según la medida del IPC, los precios de los carburantes y combustibles han aumentado un 21,2% en el último año y un 1,8% en mayo respecto de abril. En ese mes, las gasolinas explican 0,12 puntos de los 0,2 en que se elevó la inflación y aproximadamente un tercio de la subida de precios del último año.

Las tensiones en combustibles, precios industriales y servicios han sido sólo parcialmente compensadas con la bajada del 0,6% en los precios de los alimentos frescos en mayo respecto de abril. Este descenso es, no obstante, inferior al 0,9% registrado un año antes, a lo que hay que añadir las subidas que en estos productos se suelen originar durante el verano. Las previsiones para las cosechas de la actual campaña son, no obstante, bastante buenas por las últimas lluvias, lo que debería contribuir a moderar los precios de estos productos.

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