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El sistema de seguridad de la farola que provocó la muerte de un hombre no funcionó, según Industria

El sistema de seguridad de la farola de la calle de Arenal, 14, que provocó la muerte de un hombre de 29 años, electrocutado al tocar un andamio en contacto con el punto de luz, no funcionó. Así lo admitió ayer la Dirección General de Industria. Una inspección del alumbrado público ordenada por el Ayuntamiento de Madrid hace dos años ya detectó deficiencias en esa farola. No era la única, la inspección destapó anomalías en el 25% de los 2.080 circuitos eléctricos -cada circuito tiene unas 10 farolas de media- del alumbrado publico de la capital.

La Dirección General de Industria, que depende de la Consejería de Economía, aprobó una orden regional el 1 de marzo de 1994 por la que establecía que todos los municipios debían revisar y vigilar el estado del alumbrado público cada cuatro años. El Ayuntamiento de Madrid, siguiendo la nueva normativa regional, contrató a dos empresas privadas, Itevelesa e IGC, para que realizaran las inspecciones de los sistemas eléctricos públicos de la ciudad, según Industria. La capital apuró el plazo al máximo y esperó cuatro años hasta que ordenó la revisión. Las empresas inspeccionaron entre el 8 de julio y el 4 de septiembre de 1998 los 2.080 circuitos eléctricos de Madrid -un circuito eléctrico está coompuesto por un centro distribuidor de la energía eléctrica y unos cables, principales y secundarios, que llevan la corriente a las farolas-. A medida que iban acabando de revisar cada circuito, remitían un informe a la Comunidad, según explicó ayer el viceconsejero de Economía, Eugenio Martínez Falero.

La auditoría resultó preocupante: el 25% de los 2.080 circuitos, unos 500, tenía deficiencias. La Comunidad se negó ayer a facilitar a este periódico el informe por tratarse de un asunto que está siendo investigado por un juzgado.

A partir de febrero de 1999, la Comunidad dirigió varios oficios al Ayuntamiento comunicándole que debía corregir las anomalías del sistema del alumbrado público. Debido a que el sector está liberalizado, el consistorio contrató a cuatro empresas privadas para que acometieran los arreglos: Sice, Urbalux, Luxetra e Imex, según confirmó ayer Martínez Falero.

En noviembre de 1999, la Comunidad recibió un documento del consistorio en el que le aseguraba que "las anomalías y defectos detectados por los organismos de control han sido subsanados", según explicó ayer Martínez Falero. ¿Quien revisa las revisiones de las empresas privadas? "La Dirección General de Industria realiza inspecciones aleatorias de las reparaciones pero no tiene funcionarios suficientes para revisar todas las deficiencias subsanadas", aclaró Martínez Falero.

"Hubo un cortocircuito"

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El sistema de seguridad de la farola de la calle del Arenal, 14, que provocó la muerte de Jorge del Río Celaba, de 29 años, el pasado día 26 de mayo, "no funcionó", según admitió ayer Martínez Falero. "Hubo un cortocircuito en el cable de alimentación de la farola y una fuga de corriente por un problema de aislamiento del circuito eléctrico", según afirmó ayer el viceconsejero de Economía.

El sistema de seguridad consiste en un aparato denominado diferencial, que desconecta la corriente en caso de que haya fugas de la corriente eléctrica. El pasado 26 de mayo, la farola tuvo una fuga del suministro eléctrico y derivó la corriente a un andamio que estaba situado en la fachada de un edificio que estaba rehabilitando una empresa.

Los bomberos afirmaron que la instalación del andamio es "irregular" puesto que abrazaba la farola cuando debía estar aislado de ella y sujeto a elementos fijos de la fachada, según explicó el jefe del servicio de extinción de incendios de Madrid, Pedro Gallardo.

Para Martínez Falero, "la Comunidad sólo es responsable de establecer la normativa para la vigilancia de estas instalaciones eléctricas", y también "de hacer el seguimiento para que se cumplan", añadió.

Jorge del Rio Celaba, camarero de 29 años, falleció electrocutado a las once de la noche del viernes 26 de mayo, al tocar el andamio de la calle del Arenal, 14. La estructura metálica estaba cargada de electricidad porque la farola tenía una fuga. Por lo hierros circulaba una corriente de 220 voltios. Jorge falleció al instante. Los sanitarios del Samur que acudieron para atenderle no pudieron reanimarle. Jorge llegó a Madrid hace unos 20 años, después de cumplir con el servicio militar. nació en Astorga, León, y tenía cuatro hermanos. En Madrid se casó y tenía una hija. Un juez determinará quien es responsable de su muerte.

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