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Fomento investiga el hundimiento del puente de la N-II durante el temporal en Cataluña

El Ministerio de Fomento ha iniciado una investigación para esclarecer las causas del hundimiento del puente sobre la N-II entre Abrera y Esparreguera. La caída de este viaducto, que se construyó justo al lado de uno centenario -reformado hace 40 años- que se mantuvo erguido, es el desperfecto de mayor alcance en infraestructuras causado por la fuerte tormenta que el pasado sábado azotó el corazón de Cataluña y que se saldó con cinco víctimas mortales. Dos de ellas, los hermanos Antoni y Jordi Sánchez, circulaban sobre el puente justo en el momento en que éste se desplomó.

¿Por qué el puente centenario soportó el embate de las aguas, mientras que el nuevo, que discurre paralelo al primero, se desplomó como un castillo de naipes? Ésta es la cuestión que habrá que dilucidar y que ya ha empezado a generar una controversia política que ha llegado al Parlamento de Cataluña y al Congreso de los Diputados.El secretario de Estado de Infraestructuras, Benigno Blanco, aseguró ayer que ya se ha encargado una investigación interna y que se han desplazado expertos a Barcelona "para tener un juicio lo más rápido posible de las causas del desplome". Blanco añadió que él mismo ha encargado a la Inspección General de Obras y Servicios del Ministerio "que haga una investigación independiente para acreditar causas y responsabilidades".

Ante la petición de responsabilidades efectuada por ERC y las críticas del PSC de que "muchas de las obras de infraestructuras no son suficientes", Benigno Blanco dijo: "Lo responsable ahora es no adelantar un juicio técnico sobre las causas últimas".

En la construcción de la autovía que une Barcelona y Martorell y que incluye el puente de Esparreguera participaron las empresas Ferrovial, Cubiertas y Fomento.

Con el hundimiento del viaducto, que salvaba la riera Magarola, y el gran socavón que unos centenares de metros más arriba se comió dos carriles de la N-II, quedará cerrado al tráfico durante por lo menos cinco meses -los que se tardará en reparar estos daños- el tramo final de la autovía del Llobregat, uno de los principales ejes viarios de Cataluña, que soporta un tráfico diario de más de 35.000 vehículos.

En el municipio de Esparreguera (Barcelona), al que pertenece el puente, los vecinos ya advirtieron hace 10 años, cuando el viaducto se iba a construir, que el proyecto no se había diseñado correctamente para soportar una fuerte riada. El tiempo parece que les ha dado la razón y con una tragedia añadida: dos jóvenes del municipio, los hermanos Antoni y Jordi Sánchez Justo, de 24 y 20 años, respectivamente, murieron presumiblemente cuando circulaban en su vehículo por encima del puente justo cuando éste se hundía. El alcalde de Esparreguera, Xavier Sitjà, señaló que antes de que se construyera el viaducto el Ayuntamiento comunicó su preocupación ante el entonces denominado Ministerio de Obras Públicas, titular de la obra, sin lograr ningún cambio en el diseño. Sitjà recordó ayer que el municipio ha vivido riadas peores a la del pasado sábado y todos los puentes las soportaron, tal como lo ha hecho el antiguo puente.

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El diputado de ERC en el Congreso, Joan Puigcercós, presentó ayer una proposición no de ley en la que pide una investigación para aclarar la causas del desplome del puente y reclama depurar "responsabilidades políticas por la falta de solidez del viaducto".

Asumir responsabilidades

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, replicó ayer que "no es momento de pedir responsabilidades". "Si hay alguna responsabilidad, no será necesario que la pidamos porque la asumirá quien deba asumirla", agregó.

Por otra parte, los equipos de salvamento localizaron a mediodía de ayer el cadáver de Cristóbal Moreno Farfán, el agente de la Guardia Civil de 36 años que desapareció el sábado cuando participaba en las tareas de rescate de los dos hermanos de Esparreguera Antonio y Jordi Sánchez Justo, que habían caído con su vehículo al río Llobregat al hundirse el puente de la N-II. El cuerpo del agente fue encontrado a unos 500 metros del lugar en el que desapareció, aguas abajo del río. La autopsia del otro guardia fallecido, Manuel Fernández Sánchez Garzón, de 46 años, reveló que la muerte se debió a un traumatismo craneal. Todo parece indicar que la lancha zodiac con la que ambos rastreaban el Llobregat en busca de los cuerpos de los dos hermanos chocó contra el tronco de un árbol caído en el río. Ambos guardias, cuyos funerales se celebraron ayer por la tarde, formaban parte del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil de Barcelona.

La Generalitat estudiará hoy el alcance de los daños y podría habilitar una partida extraordinaria para la reconstrucción.

En el monasterio de Montserrat, otro de los lugares más castigados por la tormenta, se trabajaba ayer a marchas forzadas para recuperar la normalidad. Hasta el próximo día 24 la abadía no podrá ser visitada de nuevo.

Autopista gratis para los camiones entre Lleida y Barcelona

La autopista A-2 entre Lleida y Barcelona es gratuita desde la tarde de ayer para los camiones, con la intención de resolver los problemas de tráfico originados por el hundimiento de un puente de la carretera nacionalII entre Esparreguera y Abrera, en el área metropolitana barcelonesa. Con esta medida se pretende desviar los vehículos pesados procedentes de la zona de Lleida que acceden a la A-2 por los enlaces de Soses, Lleida y Borges Blanques y la abandonen por el enlace Mediterráneo, en sentido Barcelona y viceversa.La gratuidad de la A-2 para los camiones entró en vigor a las siete de la tarde de ayer, después de que el Ministerio de Fomento, la Generalitat y la empresa concesionario de la autopista (ACESA) llegaran a un acuerdo. Sin embargo, diversas administraciones habían anunciado desde varias horas antes el levantamiento de las barreras del peaje, mientras que la Cámara de Comercio de Lleida había reclamado de forma urgente la adopción de esta medida.

El Ministerio de Fomento evaluó ayer en 800 millones de pesetas el coste de las obras de reparación, que se prolongarán durante cinco meses. Mientras duren los trabajos se mantendrá la gratuidad del peaje para los camiones con destino a Barcelona. Los vehículos pesados que utilizaban esta vía para acceder a la red francesa de autopistas serán desviados por el Eje Transversal, una autovía que atraviesa Cataluña de oeste a este.

Mientras tanto, ayer se abrió al tráfico en los dos sentidos el puente que discurre paralelo al que ha quedado destruido y que corresponde al antiguo trazado de la N-II, que atraviesa los núcleos urbanos de todas las poblaciones de la comarca del Baix Llobregat. Esta reapertura hace prever que vuelvan a repetirse las colas que se formaban antes de que se inaugurara la variante de la nacionalII.

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