Encarcelada una retrasada mental que intentó atracar con una navaja una tienda de ultramarinos
Una juez de Badalona mantuvo en prisión 21 días a una retrasada mental que intentó atracar un comercio, con lo que su madre, una mujer inválida de 80 años, quedó en total desamparo hasta la liberación de su hija.El episodio ahora juzgado se remonta al 6 de abril de 1999, cuando, según los médicos, L.G.G., de 48 años, sufrió una crisis mental y acudió, armada con una navaja, a un colmado (ultramarinos) situado en la calle de la Atlántida de Sant Adriá del Besòs (Barcelona), aunque no se sabe con exactitud con qué fin.Para la fiscal, no hay duda de que su objetivo era robar, y, según su versión, colocó la navaja en el cuello a uno de los clientes y exigió la entrega de dinero. Según declararon los empleados y clientes del comercio durante la vista, la mujer era una clienta habitual del establecimiento y "ni siquiera sabía atracar". Fue reducida y desarmada inmediatamente por el personal del colmado.
La mujer sufre una discapacidad mental "grave" y tiene un coeficiente intelectual de 41 (la media se sitúa por encima de 80). Vive en situación de "total desamparo" con su madre, una impedida de 80 años, en un piso de la calle de Saturno de Sant Adriá. Al día siguiente del atraco, la entonces titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Badalona, María Esperanza Sánchez de la Vega, decretó el ingreso en prisión de la mujer porque lo pidió el ministerio fiscal, sin atender a ninguna otra circunstancia, según el auto de encarcelamiento.
L. G. G. permaneció en prisión preventiva hasta el 28 de abril (21 días) y pudo salir de la cárcel porque otro juez decretó su libertad. En la vista, el fiscal solicitó inicialmente dos años y medio de prisión, pese a reconocer que la acusada sufría un "retraso mental que afectaba a su capacidad intelectual", pero se evidenció que ese retraso era más acusado de lo que la fiscal creía, tal y como ya apuntaban los informes médicos y asistenciales. Por ello, la acusación pública rebajó su petición de pena a 15 meses de prisión, aunque pidió que la mujer los cumpla en un centro de educación especial, como así lo acordará el juez.
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