El Parlamento Europeo y la Comisión firman la paz institucional
La paz está a punto de estallar entre el Parlamento Europeo y la Comisión. Ambas instituciones han alcanzado un consenso sobre el nuevo acuerdo marco político, que mejora el suministro de información desde la Comisión hacia la Cámara, obliga al presidente del Ejecutivo comunitario a tener en cuenta la censura política del Parlamento a un comisario y ciñe al ejercicio en estudio el procedimiento de descargo del presupuesto, la herramienta que el Parlamento utilizó para hacer dimitir a la Comisión del luxemburgués Jacques Santer. El acuerdo, pactado entre la mesa del Parlamento y el presidente Romano Prodi y la vicepresidenta Loyola de Palacio, debe ser refrendado por el pleno de la Eurocámara -quizá en julio- y por el Colegio de Comisarios.
El pacto tiene gran importancia, porque es el primer paso para acabar con la guerra institucional que enfrenta a Parlamento y Comisión desde hace más de dos años. Una guerra que ha convertido al Parlamento en una Cámara con más poder pero probablemente menos crédito político, y que ha llevado no sólo a la dimisión, en marzo de 1999, de todo el colegio que presidía Jacques Santer, sino que ha dejado sumida a la Administración europea en una crisis de confianza sin precedentes.
