PNV y EA formalizan la ruptura del pacto con EH en Durango, y los radicales denuncian "presiones externas"

El PNV y Eusko Alkartasuna (EA) escenificaron ayer en un pleno ordinario en Durango (Vizcaya) la ruptura del pacto que mantenían en el Ayuntamiento con Euskal Herritarrok (EH) desde el 18 de diciembre pasado. La alcaldesa, Pilar Ardanza (PNV), reiteró la razón que ha llevado a la coalición gobernante a romper el acuerdo suscrito con la formación que lidera Arnaldo Otegi: la negativa de EH a suscribir un documento en el que se condenaba sin tibiezas ni circunloquios el asesinato a manos de ETA el pasado domingo del concejal de Durango Jesús María Pedrosa. Este atentado ha hecho saltar por los aires un acuerdo que puede encender la mecha para que pactos similares suscritos entre el tripartito nacionalista acaben igual. El PNV insiste en asegurar que será cada consistorio el que valore la situación en su municipio, aunque la dirección peneuvista ya ha adoptado por mayoría "cerrar la etapa de colaboración institucional" con EH.La sesión plenaria de ayer en el consistorio vizcaíno fue meteórica y se desarrolló sin ningún tipo de incidente. Al comenzar el pleno, sobre las 13.00 horas, los ediles de la coalición independentista se levantaron de sus asientos junto al resto de la corporación para guardar un minuto de silencio por Pedrosa. La silla del edil asesinado permaneció vacía durante la media hora que duró el pleno y en su mesa reposaba un ramo de flores, colocado por una edil socialista, y una medalla entregada a Pedrosa en junio del pasado año con motivo de la celebración de los 20 años de "democracia municipal".

El portavoz de la coalición abertzale, Javier Arbeo, se disculpó ante los concejales presentes por no haber podido guardar el minuto de silencio en el asiento al haber llegado justo en el momento en el que la corporación estaba ya en silencio. "Lo he guardado en la puerta para no molestar", dijo Arbeo. Con todo, el edil independentista tomó la palabra después de que la alcaldesa anunciara que la comisión de gobierno quedaba reducida de siete a cinco miembros, una vez excluidos los dos representantes de EH. Arbeo denunció "presiones externas" para la ruptura del pacto. Y le preguntó a Ardanza si el trabajo realizado estos meses por el "proceso democrático" e instituciones "democráticas" como Udalbiltza también quedaba abandonado.