Una ex concejal de Banyoles niega su culpabilidad en el ahogamiento de un joven en el lago

La ex concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Banyoles Laura Prat declaró ayer en el Juzgado de Instrucción número 4 de Girona como imputada en el caso del ahogamiento de un joven que se produjo en el lago de la citada población el 24 de junio del año pasado. Además de negar toda responsabilidad en el caso, el letrado de la ex concejal, Manel Mir, aseguró que no puede aplicarse en las aguas interiores el mismo reglamento de seguridad que en las piscinas y los baños públicos.La familia de la víctima denunció el caso porque entiende que el Ayuntamiento de Banyoles debería tener un socorrista en la zona del lago que está autorizada para el baño. Mir mantiene, en cambio, que no puede confundirse una "zona de baño" con lo que simplemente es una "zona autorizada para el baño". El abogado sostiene que el reglamento que regía en el estanque -que estaba bajo la responsabilidad de Laura Prat- en el momento del ahogamiento era para proteger el medio ambiente y en ningún caso debía ocuparse de la seguridad de los bañistas. Mir puso el ejemplo de baños en la costa, donde no se hace responsable a los ayuntamientos por los ahogamientos que se puedan producir en sus playas.

Contradicción

El abogado que ejerce la acusación del caso, Sebastià Salellas, considera contradictorio que el Ayuntamiento eluda responsabilidades cuando admite que a los pocos días contrató a un socorrista para dar servicio en la zona en la que se ahogó el joven. La acusación particular tiene la pretensión de citar a declarar a los policías locales que tenían a su cargo la vigilancia de la zona para aclarar si cumplieron con sus funciones.

La denuncia relata que el accidente mortal se produjo en una zona pública que debía estar vigilada, de acuerdo con las normas municipales, y que podría haberse evitado si se hubiera acudido a salvar al joven con prontitud. Los compañeros que a última hora de la tarde se bañaban junto al joven que se ahogó, Khattib L., relataron que éste realizó ademanes de auxilio que no pudieron ser atendidos y que, en algún caso, se pudieron confundir con saludos. Los jóvenes aseguraron que la zona estaba desierta, de ahí que nadie pudiera socorrerles a tiempo y su compañero se ahogó.

La zona donde ocurrió el siniestro se conoce como La Caseta de Madera, y es una de las tres áreas del lago de Banyoles en las que se permite el baño.

Es la segunda vez en pocos meses que un ex cargo municipal de Banyoles debe rendir cuentas ante un juzgado por la seguridad del lago. En el caso del naufragio de un catamarán turístico, el 8 de octubre de 1998, en el que perecieron 21 jubilados franceses, permanece como imputado en la causa el ex concejal de Urbanismo.