El rector de la Universitat de Prada llama a "plantar cara" a las limitaciones al desarrollo de la cultura catalana
"Sufrimos muchas limitaciones y obstáculos al libre desarrollo de una cultura nacional, y ya es hora de plantar cara, sin exaltaciones pero sin cobardía, y dejar claro que somos una cultura con todos los derechos, entre ellos el de expandirse y no sólo subsistir". Con estas palabras, el presidente rector de la Universitat Catalana d'Estiu (UCE), Miquel Porter Moix, expresó su preocupación sobre la situación actual de la cultura catalana. Lo hizo durante la presentación del programa de la 32ª edición, que se celebrará en Prada de Conflent entre el 15 y el 25 de agosto. El rector, que asumió como personales estas declaraciones, sin atribuirlas al resto del equipo organizativo de la UCE, alentó a que esta actitud de "plantar cara" marque el desarrollo de las actividades de la universidad de verano."Para poder organizar una contraofensiva, lo primero que debes tener es unas tropas ordenadas y ofensivas. Lo primero que debe hacerse es el rearme moral del pueblo, volver a ilusionar a la gente", afirmó Porter. Y añadió: "Es una labor que nos corresponde a todos, pero nos han hecho tanto daño que nos han hecho olvidar que quien debe decidir es el pueblo, no el Gobierno. Si el Gobierno no va bien, el pueblo tiene la obligación de armarse por sí mismo".
Porter Moix abundó en su convicción de las limitaciones que, a su juicio, viene sufriendo la cultura catalana. "Hace mucho tiempo que pienso que está perdiendo terreno en muchos aspectos". Como ejemplo de los "muchos indicios de cesión" se refirió a la retirada del decreto de doblaje de cine al catalán. "Es completamente inadmisible, de una manera normal, que un país dotado de cierta soberanía, con un Gobierno propio, promulgue un decreto y deba retirarlo porque unos señores con poder económico, que ni siquiera pertenecen a la nación, no lo quieran ayudar y no respeten sus instituciones".
En cuanto al programa de la nueva edición de la UCE, Porter Moix destacó una de las secciones, cuyo título se ha adoptado como lema para la presente convocatoria. Se trata de Viure en una cultura tecnològica, un curso que analizará la importancia de la tecnología en el mundo actual destacando la necesidad de que ésta no anule los contenidos.
Entre los cursos más novedosos destaca uno dedicado a la historia del derecho catalán, y en la sección de economía, se estudiará con detalle el pasado, presente y futuro de las cajas de ahorro y el sistema financiero de los denominados Països Catalans. Además, se impartirán cursos sobre comunicación, antropología, política y pensamiento, literatura, lengua e historia, entre otros, junto a talleres sobre temas tan dispares como las fiestas populares o las plantas medicinales. La UCE albergará numerosos seminarios, entre ellos uno dedicado a la Policía de proximidad, que llevará hasta las aulas del Liceu Renouvier a agentes de diferentes cuerpos y puntos de Cataluña.
Entre los actos concretos, se celebrará un homenaje dedicado a Enric Casassas, un acto conmemorativo del 40º aniversario de la revista Serra d'Or y un encuentro titulado Una aposta per la projecció exterior de la cultura catalana, en el que participarán responsables de Cultura de los diferentes gobiernos del área de habla catalana. Han confirmado su asistencia los consejeros de Cultura de la Generalitat de Cataluña y del Gobierno balear (Jordi Vilajoana y Damià Pons, respectivamente) y el ministro del ramo del Gobierno de Andorra, Enric Pujal. Entre los políticos que asistirán a Prada figuran también el consejero de Gobernación de la Generalitat, Josep Antoni Duran Lleida, y el presidente del Gobierno balear, Francesc Antich, que presidirá la clausura de la universidad de verano.
Los responsables de la UCE cuentan este año con un presupuesto en torno a los 80 millones de pesetas y prevén repetir las cifras de asistencia de las últimas ediciones: alrededor de 1.800 personas, entre alumnos y docentes.
