Un negocio sobre ruedas

Una facturación anual de más de un billón de pesetas, 260 empresas y 46.000 empleados. Estas son las principales cifras del sector de automoción, una actividad empresarial que representa el 25% del Producto Interior Bruto (PIB) vasco. La fabricación de componentes para todo tipo de vehículos se ha convertido en uno de los sectores tractores de la economía. Tal es su peso que ha atraído la instalación en el País Vasco de fabricantes de automóviles como Mercedes-Benz en Vitoria y la constitución de Gamesa Industrial Automoción, Gameko, tras hacerse con un contrato para fabricar el 50% de los cubos de ruedas de la firma Renault.Con este contrato, que reportará a Gamesa 6.000 millones de pesetas hasta el año 2003, la empresa aeronáutica se ha introducido por la puerta grande en el sector de automoción. Por su parte, la planta de Mercedes-Benz en Vitoria, tras competir con otras empresas del grupo en Alemania y Polonia, ha conseguido hacerse con la fabricación de la furgoneta polivalente NCV2. El modelo que sustituye a la Vito comenzará a fabricarse en el año 2003 y se producirá en Vitoria "por la alta cualificación del personal y por su base de proveedores", según explicó el propio grupo Daimler-Chrysler. El contrato aumentará la capacidad productiva de la planta alavesa hasta las 90.000 unidades anuales e incrementará su superficie hasta los 300.000 metros cuadrados, en una operación en la que se invertirán 100.000 millones de pesetas en las instalaciones.

Para los grandes grupos

Más de la mitad de los componentes que se fabrican en Euskadi, concretamente, el 56,4%, se destinan a los constructores de vehículos. El Grupo Volkswagen, Renault, Grupo PSA, Daimler-Chrysler y Ford son los principales clientes del sector auxiliar de automoción vasco. A éstos les siguen, en menor proporción, los proveedores, como el Grupo Delphi y Valeo, y el mercado del recambio de piezas. Pero fuera del negocio de las ruedas, el sector vasco de automoción también surte de piezas a sectores como el de electrodomésticos, maquinaria agrícola, aeronáutica, máquina-herramienta y construcción.

De la importancia de este sector habla también la existencia del Cluster de automoción. Cluster es una palabra inglesa que el Gobierno vasco adoptó del inglés para denominar a las agrupaciones de los sectores estratégicos de la economía vasca. A principios de la década de los 90, el Ejecutivo de Vitoria contrató al prestigioso consultor norteamericano Michael Porter para que estudiara el entramado empresarial y definiera los sectores tractores de la economía vasca. Así surgieron asociaciones profesionales que pasaron a denominarse cluster.

Hay cluster de automoción, de aeronáutica, de gestión del conocimiento y de telecomunicaciones, entre otros, y el objetivo de todos ellos es impulsar la competitividad y la modernización de sus respectivos sectores.

Con el Cluster de Automoción, a principios de los años 90 surgió también Acicae (Agrupación cluster de industrias de componentes de automoción de Euskadi). En Acicae están las grandes empresas del sector. Son Carbureibar, Grupo Egaña, Fuchosa, GSB Forja, Krafft, Mondragón Automoción, S. A. de Tuercas, Tenneco y TVA, que a su vez integran a 26 empresas.

Entre las firmas socias de Acicae está también la división de automoción de Mondragón Corporación Cooperativa (MCC), que tiene su principal baluarte en Irizar, una cooperativa dedicada al carrozaje de autocares que ha conseguido unos niveles muy importantes de internacionalización. Las socias de Acicae suman una facturación de 274.000 millones de pesetas (1.650 millones de euros) y una plantilla de 12.000 empleados.

El 38,6% de las empresas fabricantes de componentes de automoción tienen menos de 50 trabajadores pero la tendencia, para garantizar la competitividad, es la concentración. Desde Acicae se está luchando por este objetivo y ya se ha conseguido que el 32,9% de las empresas tengan más de 100 trabajadores, y que, de éstas, un 2,5% supere la cifra de los 500 empleados en plantilla.

La calidad y la innovación tecnológica son otros retos continuos del sector, señalan en Acicae. De hecho, el tan manido tema de la calidad se inició en el País Vasco a través del sector de automoción, que, de repente, se vio forzado a mejorar la calidad de la producción. Los fabricantes de coches y proveedores de piezas comenzaron a exigir que todas los componentes cumplieran exigentes requisitos de calidad. Si no era así, del precio del contrato se descontaban las piezas defectuosas. Esta actitud provocó que las empresas se embarcaran en la lucha por conseguir certificados de calidad, arrastrando así al resto de los sectores económicos e incluso a hoteles y asociaciones.

Según datos de la agrupación profesional de las industrias de automoción, el 94% de las compañías vascas tienen el certificado de calidad ISO 9000 y el 48% realiza inversiones en I + D . Para estar al día tecnológicamente, el Cluster de empresas de automoción mantiene una colaboración constante con los centros tecnológicos vascos. El objetivo es mejorar aspectos del negocio como el diseño, los procesos de fabricación, los materiales alternativos y el respeto al medio ambiente.

"En los próximos tres años, más de un 40% de los costes de fabricación de los vehículos corresponderán a equipos y sistemas con tecnologías de electrónica, informática y telecomunicaciones", señalan desde Acicae, que colabora también con la Asociación Cluster de Telecomunicaciones de Euskadi (Gaia).