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El arte con ojos de niño

El público destaca el interés de poder pasar de un universo creativo a otro

Muy coqueta con su vestido rosa, la pequeña Adriana moldea bolitas de arcilla para hacerse una pulsera. A su lado su hermano Edgar, menos pragmático, recrea un dibujo de Picasso en una lámina de barro. Josep, con cuatro años y una idea peregrina del concepto obra de arte, se entretiene aplanando a mazazos el caracol recién creado por la artesana Carme Llovet. Ella es una de los cerca de 130 artistas de Ciutat Vella y 81 de Poblenou que este fin de semana abren al público las puertas de su lugar de trabajo en una nueva edición de Tallers Oberts, una iniciativa pensada para acercar el arte al ciudadano y, gracias a una serie de actividades específicas, permitir que los niños participen de forma directa en la creación artística.A sus siete años, Naima siente una mezcla de emociones ante su primera experiencia con un torno de alfarero. Le fascina la posibilidad de crear una figura con su propio esfuerzo, pero no puede reprimir una expresión de desagrado al comprobar cómo se manchan sus manos en contacto con la tierra y el agua. Su amiga Alba, un año menor, le da consejos sobre cómo conseguir un bol casi perfecto como el que ella acaba de hacer. Armado de paciencia en su papel de profesor por un día, Marc, uno de los artistas de esta improvisada escuela, no para de repartir instrucciones y explicar de forma sencilla los principios básicos de un artesano del barro.

El trabajo con el vidrio, cómo construir sus propios juguetes a partir de material de reciclaje, la pintura con técnicas diversas y la bisutería son algunos de los temas de estos acelerados cursillos para niños. Mientras sus retoños juegan a sentirse artesanos y artistas, los padres tienen un rato de tranquilidad para visitar las decenas de talleres que participan en esta sesión de puertas abiertas, que en Poble Nou concluye esta tarde a las ocho y en Ciutat Vella se repetirá también el próximo fin de semana. En el casco antiguo, los artistas se reparten en múltiples locales esparcidos por las calles.

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Tallers Oberts brinda a los visitantes una oferta artística amplia y variada

VIENE DE LA PÁGINA 1 En Poblenou, en cambio, es más común compartir espacios, y creadores de los más variados géneros y estilos trabajan juntos en los destartalados edificios ocupados años atrás por fábricas hoy desmanteladas. La iniciativa Tallers Oberts les permite oxigenarse, les da la experiencia de mostrar su obras a espectadores desconocidos a los que, de otro modo, no tendrían acceso.

"Yo participo este año por primera vez, y es muy gratificante para mí que la gente pueda ver la obra que he acumulado durante muchas horas de trabajo y que nunca antes había enseñado", explica la dibujante y pintora Cristina Fernández, que dedica al arte las horas libres de su tarea como profesora en un instituto. Para los curiosos que en lento pero continuado goteo visitan los talleres, es también una experiencia enriquecedora poder pasar de un universo creativo a otro completamente diferente en sólo unos metros, con la oportunidad única de recibir toda clase de explicaciones sobre las obras de sus creadores.

"La gente pregunta mucho, quieren saber con qué materiales trabajamos, qué formatos preferimos, y en algunos casos piden también el precio de las obras", señala Laura Roca, una pintora veterana que comparte estudio con otras cuatro mujeres.

"Me encanta hablar con los artistas, que me expliquen cosas, es una oportunidad única", señala una señora que se ha desplazado desde Reus para visitar los talleres. Piensa quedarse todo el fin de semana y recorrer cuantos más mejor, con un aliciente añadido: en Ciutat Vella, por segundo año consecutivo, se ha puesto a la venta un curioso álbum de obra de arte cuyos cromos se consiguen en cada taller.

"Me hace mucha ilusión completarlo, pero creo que será imposible. Se dice que el año pasado sólo lo consiguió un japonés, pero yo creo que lo único que hacía era llegar, pedir la obra y marcharse, y a mí me apetece disfrutar un poco más la visita", afirma. "Nosotros hemos optado por quedarnos sin comer para aprovechar al máximo el tiempo y tratar de llenar el álbum. Haremos lo que podamos", indica un hombre que, plano en mano y en compañía de dos amigas, intenta situarse en el mare mágnum de estudios abiertos.

Y es que, para niños y pequeños, para iniciados y meros curiosos, la oferta de Talleres Oberts es tan amplia como variada.

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