Pimentel rechaza el recorte de derechos a los inmigrantes indocumentados

Manuel Pimentel, exministro de Trabajo del Gobierno del PP, dijo ayer en Sevilla que no comprende que la reforma de la Ley de Extranjería vaya a recortar derechos, como el de asistencia sanitaria, de los que tienen los inmigrantes indocumentados con la norma que se aprobó en su mandato. Pimentel, que participó en un debate sobre integración jurídica de inmigrantes, cree "desafortunado" que el delegado del Gobierno para la Inmigración dependa de Interior.La cooperación entre los Gobiernos español y marroquí para combatir las mafias que trafican con inmigrantes comenzará con el desplazamiento de dos policías españoles hasta el país norteafricano y viceversa. Esta medida se plasmará el lunes en un preacuerdo que firmarán en Madrid el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, y su homólogo marroquí, Ahmed Midaoui. Los agentes se trasladarán durante periodos "estables" a los respectivos países.

Pimentel no entiende que se puedan hacer distinciones entre "legales e ilegales". "La persona debe está por encima de su color o su documentación", dijo el ex ministro, que ilustró su ideario recordando algo que le sucedió en el ejercicio de su cargo. "Cuando yo fui ministro nos encontramos con que los inmigrantes indocumentados no tenían legalmente derecho a asistencia sanitaria y que sus hijos eran rechazados en las urgencias de los hospitales. Quizás hicimos algo ilegal, pero innovamos y le dimos atención sanitaria a ese colectivo", dijo el extitular de Trabajo.El ex ministro, que cree que el tema de las migraciones centrará el debate social de los próximos años, también se mostró en contra de que el delegado del Gobierno para la Extranjería y la Inmigración dependa del Ministerio del Interior. "No dudo de la capacidad de los funcionarios del ministerio, pero el hábito hace al monje, y esa organización del departamento hará que se termine relacionando inmigración con delincuencia. La creación de esa delegación del Gobierno es muy oportuna, pero debería haberse encuadrado en el Ministerio de la Presidencia. Tendría un carácter más horizontal y podría atender mejor aspectos de la inmigración que afectan a Asuntos Sociales, Trabajo o Educación".

Pimentel recordó que España sigue teniendo más de dos millones de emigrantes y que la cifra de inmigrantes es de unos 800.000 y proclamó una fórmula casi matemática que, a su juicio, define el "fenómeno" -se negó a calificarlo como problema- de la inmigración. "A más recursos y menos natalidad de un país, más inmigración. Nos pongamos como nos pongamos, esa es la situación de España", dijo. La solución, en su opinión: "Ordenemos este fenómenos antes de que nos sobrepase, anticipémonos y no nos empeñemos en negar lo inevitable".