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40 ministros de la UCD descalifican en un manifiesto las críticas de González a Suárez

Un total de 40 ministros de los gobiernos de la transición democrática, presididos por Adolfo Suárez y Leopoldo Calvo-Sotelo, ambos de la Unión de Centro Democrático (UCD), han suscrito un duro manifiesto contra el expresidente Felipe González por haber dicho que Suárez "no convocó las elecciones [de 1977] para hacer una Constitución". Los firmantes dicen haber leído con "indignada sorpresa" estas declaraciones "en las que Felipe González pretende arrebatar a Adolfo Suárez su protagonismo indiscutible en la Constitución, atribuyéndoselo a sí mismo".

Los 40 firmantes suponen la mitad de los 81 ministros que tuvieron en total los gobiernos de los presidentes Suárez y Calvo Sotelo desde el año 1976 hasta 1982."No es la primera vez que intenta, sin éxito, hacer una desenfadada invención de la historia reciente, restando méritos a Adolfo Suárez, persona que sólo elogio, respeto y admiración merece", continúa la declaración de los 40 ex ministros. Por ello, y ante el "estupor" que dicen sentir, los firmantes, que se consideran "testigos de excepción de aquellos tiempos", han querido "dejar constancia" de su "identificación" con la "obra de Suárez y especialmente con su compromiso con la democracia y con la génesis, elaboración y aprobación del texto constitucional, lamentando que se intente reescribir una historia que ya está escrita y bien documentada".

Declaraciones a 'Proceso'

Las declaraciones exactas de González al semanario mexicano Proceso son las siguientes: "La Constitución en España se hizo porque nosotros [los socialistas] decidimos que se hiciera, y sólo teníamos el 30% de los votos. Si hubiera dependido de Adolfo Suárez, no se hubiera hecho la Constitución. Adolfo es muy amigo mío, pero él no quería hacer la Constitución".

El durísimo manifiesto de los ex ministros de UCD viene a sumarse a las críticas generalizadas que han provocado las declaraciones del dirigente socialista. El propio ex presidente trató de minimizar la polémica días después, en un acto de homenaje al sindicalista Manuel Garnacho, y dijo que tal vez había sido mal interpretado y que en realidad lo que quería decir es que en 1977, al obtener el PSOE el 30% de los votos y el Partido Comunista el 12%, se sintió con fuerzas para exponer a Adolfo Suárez que el cambio no debía limitarse a unas mínimas reformas, sino que había que redactar una Carta Magna. "Y Suárez lo aceptó" y tuvo una "gran habilidad" en todo el proceso, según González, quien considera que afirmar lo anterior no significa "descalificar a nadie", sino "recordar hechos históricos".

Uno de los reproches que más impacto causó es el del hijo de Adolfo Suárez, quien publicó una carta abierta en varios diarios en la que lamentaba las declaraciones de Felipe González porque, en su opinión, constituyen una "importante falta de gratitud" hacia su padre, "quien durante mucho tiempo le ayudó con absoluta discreción, no correspondida, a formar a un entonces inexperto en las tareas de Gobierno". Adolfo Suárez Illana acusa además en la carta al ex presidente socialista de estar "bajo la sospecha de corrupción, traición y deslealtad hacia todo".

Los 40 firmantes de esta durísima declaración, posterior a la carta abierta del hijo de Adolfo Suárez son, por orden alfabético: José Luis Álvarez, Rafael Arias-Salgado, Ignacio Bayón, Soledad Becerril, Carlos Bustelo, Rafael Calvo Ortega, Leopoldo Calvo-Sotelo, Ignacio Camuñas, Íñigo Cavero, Luis Cosculluela, Manuel Clavero Arévalo, Ricardo de la Cierva, Antonio Fontán, Luis Gámir, José Luis García Ferrero, Ignacio García López, Luis González Seara, Antonio Ibáñez Freire, Jaime Lamo de Espinosa, Landelino Lavilla, José Luis Leal, José Lladó, Sebastián Martín Retortillo, Rodolfo Martín Villa, José Enrique Martínez Genique, Aurelio Menéndez, Manuel Núñez, Marcelino Oreja, Juan Antonio Ortega y Díaz-Ambrona, Luis Ortiz, Alfonso Osorio, José Pedro Pérez Llorca, Félix Pérez Miyares, Carlos Pérez de Bricio, Andrés Reguera, Alvaro Rengifo, Santiago Rodríguez-Miranda, Jesús Sancho Rof, Enrique Sánchez de León y Salvador Sánchez Terán.

Retirada a tiempo

Alfonso Osorio, que ocupó la cartera de Presidencia en el primer Gobierno de la transición, sugirió a Felipe González que "se retire a tiempo". Alfonso Osorio atribuyó las polémicas declaraciones del ex líder de los socialistas a la proximidad del 35 Congreso de su partido.

Osorio recordó, además, que la Ley para la Reforma Política se hizo para redactar la Carta Magna y que el único partido que se retiró de la ponencia constitucional fue precisamente el PSOE. La frase de Felipe González de que Suárez no quería la Constitución es, según el que fuera ministro de la Presidencia, lo que más ha "indignado" a todos los ex colaboradores del presidente centrista, porque "es falsa".

Por otra parte, la agencia estatal Efe difundió ayer una copia del ejemplar del diario Informaciones del martes 26 de abril de 1977, dos meses antes de las primeras elecciones democráticas, en las que bajo el título de "Suárez, a favor de las Cortes Constituyentes", se informaba de que el entonces presidente era partidario de que las Cortes democráticas elaborasen una Constitución.

El PSOE "no tolerará" el "linchamiento moral" del ex presidente socialista

El portavoz de la Comisión Política del PSOE, Máximo Díaz Cano, negó ayer que Felipe González haya cuestionado en ningún momento el papel desempeñado por Adolfo Suárez durante la transición, que "culminó con éxito gracias al trabajo y el esfuerzo de todos los demócratas españoles".Díaz Cano, en nonbre de la comisión política que dirige Manuel Chaves, señaló que "sorprende que continúen produciéndose reacciones que como la de hoy (por ayer) no puede ser calificada sino como desmedida y extemporánea" y añadió que desde el Partido Socialista no se tolerará que algunos pretendan iniciar "un ajuste histórico sobre el papel de Felipe González y del PSOE durante la transición". Díaz Cano recordó a los firmantes de la declaración de apoyo a Suárez que "precisamente el éxito o gran parte del éxito de la transición se cimenta sobre la generosidad de no exigir responsabilidades a quienes colaboraron con el franquismo, con el que alguno de los firmantes estaba familiarizado".

Los socialistas no van a tolerar, según Díaz Cano, que se pretenda reescribir "deliberadamente" capítulos recientes de la historia de nuestro país "de manera sectaria y arbitraria".

Señaló también que la Comisión Política del PSOE ha preferido mantenerse hasta ahora en un segundo plano, "sin embargo no vamos a asistir impasibles a esta especie de linchamiento moral al que ahora y desde distintos sectores se pretende someter a Felipe González". El portavoz de la Comisión Política del PSOE concluyó afirmando que "la transición fue posible gracias a la inmensa mayoría del pueblo español. Adolfo Suárez jugó un papel importantísimo, y los socialistas y Felipe González también, primero como jefe de la oposición y después como presidente del Gobierno".

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