Liderazgo profesional en el camino de la excelencia
RETRATO ECONÓMICOSABINO ARRIETA
Durante la década de los noventa se produjeron dos períodos muy diferentes y relevantes para la Industria Siderúrgica. En la primera parte se culminaron los procesos de reestructuración y privatización a los que se vio abocado el sector como consecuencia de la crisis de los años ochenta.
En los últimos años, tanto estas empresas, como aquellas que superaron por mérito propio la etapa de la crisis, han consolidado una posición de liderazgo en el espacio económico europeo.
Existen ejemplos brillantes (cuyos nombres no voy a citar) en este proceso, que ha conducido a que varias empresas sean ya líderes en volumen y rentabilidad, y otras estén en condiciones o camino de serlo.
La reflexión más importante es que, siendo procedimientos muy diversos, todos han contado con profesionales con capacidad de liderazgo, que han sabido conducir estas empresas en circunstancias variopintas por el camino de la excelencia. Sea ésta en términos de inversiones, especialización, calidad, innovación tecnológica, posicionamiento en el mercado, relación con los clientes o cualquiera otro del interminable listado de características empresariales predictoras del éxito.
Otros dos factores claves para este éxito han sido sin duda la favorable evolución económica del país, y sobre todo, en algunos casos, el esfuerzo de diversos colectivos implicados, especialmente trabajadores y administraciones públicas.
En este mundo cada vez más globalizado y virtual, que cambia a velocidad de vértigo, y en el que la economía real está sufriendo una evidente depreciación en favor de la economía financiera, los servicios y las tecnologías de la comunicación, el acero en sus diferentes manifestaciones tiene reservado un papel sustancial que algún día reverdecerá.
Y esto, no sólo por la riqueza y el empleo que genera, ni siquiera por el hecho de que sus productos sean insustituibles, sino también porque contribuye al avance tecnológico, el ahorro de recursos y por el cambio ya iniciado de pasar de ser una actividad contaminante a una actividad ecológica, respetuosa con el medio ambiente y corresponsable en la construcción de un futuro más fácil para todos.
Las perspectivas económicas son favorables al decir de los diferentes analistas económicos.
Hay buena sensación en el sector. Pero también los riesgos y los retos nos acechan por doquier.
Confiemos en que el esfuerzo y la colaboración de todos los agentes implicados nos deparen una nueva década de éxitos.
Sabino Arrieta es presidente del grupo Sidenor.
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