Clinton amenaza a Fujimori con represalias políticas y económicas si hay elecciones

La amenaza del aislamiento internacional se cierne sobre Perú por la intransigencia de las autoridades a ceder al clamor que pide un aplazamiento de las elecciones del domingo por falta de garantías. El presidente de EEUU, Bill Clinton, criticó ayer a las autoridades electorales peruanas por negarse a postergar la segunda vuelta de las elecciones presidenciales y advirtió de que dicha decisión tendrá consecuencias en las relaciones entre los dos países. La misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA) ha decidido retirarse, prácticamente en su totalidad, de Perú.

"Las bases de una sociedad democrática son unas elecciones libres, imparciales y abiertas. Sin ellas, nuestra relación con Perú inevitablemente se verá afectada", señaló en un comunicado la Casa Blanca."Tal como están la cosas, la misión de la Organización de Estados Americanos no supervisará la votación el domingo. Creo que es la decisión correcta en vista de las circunstancias", estima Clinton, que dice lamentar profundamente la decisión del Jurado nacional de Elecciones (JNE) de seguir adelante con los comicios "a pesar de las bien documentadas preocupaciones de los observadores de la OEA". La de ayer es la advertencia más seria enviada en lo que va de campaña electoral al régimen del presidente-candidato, Alberto Fujmori. Washington tiene a su alcance la Resolución 43, aprobada por las dos Cámaras del Congreso estadounidense, que contempla aplicar sanciones a Perú en el terreno político, económico y militar.La Administración de EEUU considera que todavía hay tiempo para revertir la decisión. "Un breve aplazamiento de las elecciones bastaría para permitir a la OEA poner en pie un proceso creíble de evaluación del desarrollo del escrutinio", dijo el portavoz Philip Crowley, que pidió a las autoridades peruanas que reconsideren su decisión.

También Francia expresó su preocupación por el mantenimiento de la fecha de la segunda vuelta. Sin embargo, el presidente del Gobierno español, José María Aznar afirmó que, como la decisión de celebrar la segunda vuelta mañana domingo "se ha tomado a través de la instancia correspondiente, constitucionalmente correcta en Perú", no tiene nada que objetar y confía en que la cita electoral se celebre "con todas las garantías".

El último comunicado difundido por la misión de la OEA no deja dudas sobre su retirada. Según fuentes cercanas a la OEA, un acuerdo entre su misión de observadores y el Gobierno de Fujimori estuvo cerca pero fracasó en el último minuto debido a las presiones del ala más dura del régimen.

Eduardo Stein, jefe de los observadores, abandonó ayer el país y tan sólo permanecerá en Lima un núcleo reducido para ultimar el informe final. En ningún caso realizará observación sobre el terreno de la jornada con un solo candidato. La misión concluye que el balance de su trabajo "arroja grandes déficits heredados de la primera vuelta"; "lamenta la forma en que se planteó esta contienda electoral, transformando el debate en una verdadera guerra sucia"; y expresa su frustración por no haber logrado un retraso. El Instituto Nacional Demócrata y el Centro Carter también se retiraron del proceso electoral por no reunir las mínimas condiciones democráticas.