España rechazó en 1999 a casi un millón de extranjeros 'sin papeles' en sus fronteras
La policía aduanera española rechazó el año pasado en las fronteras a 960.000 inmigrantes, en su mayoría marroquíes, que intentaban entrar a través de España en territorio de la Unión Europea (UE) de forma ilegal. Siete de cada diez lo intentaron por los puestos fronterizos de Ceuta y Melilla. Así se desprende de los datos del informe anual de 1999 sobre inmigración ilegal de la UE conocidos ayer en Bruselas. El Consejo de Ministros de Justicia y Asuntos de Interior abordará el lunes en la capital belga, en el debate sobre asilo e inmigración, el alcance de un problema que sigue agudizándose. El otro punto de discusión es el futuro fondo europeo para los refugiados, en el que España y Alemania están enfrentadas.
La situación de la inmigración ilegal y de las redes mafiosas sigue agudizándose y en algunos países la llegada de trabajadores sin papepeles se ha incrementado hasta un 20%. Prácticamente el 40% de los que intentan entrar en la Unión Europea sin documentos lo hacen apoyados por estas redes clandestinas, con documentación falsificada e itinerarios muy bien descritos para afrontar con éxito las distintas etapas del viaje.Pero el obstáculo principal es entrar. España fue en 1999 el país de la UE que mayor número de rechazos realizó en la frontera, casi un millón, según datos facilitados por el Gobierno a través de la representación permanente en Bruselas. Siete de cada diez lo intentan por los puestos fronterizos de Ceuta y Melilla. Se estima que 180 personas cada hora intentan cruzar los puestos aduaneros de las dos ciudades autónomas con la excusa de que quieren entrar para hacer compras y estar en territorio español por unas horas, como explicaron expertos en la materia. Pero los agentes los rechazan porque temen que se queden en España.
Fuentes de la Comisión Europea calificaron estas cifras españolas de "creíbles, aunque quizá algo exageradas", debido a la facilidad con la que los ciudadanos marroquíes que viven cerca de Ceuta y Melilla pueden acceder a los puestos fronterizos españoles incluso a pie "y repetir varias veces el intento de entrar en territorio europeo". "Es probable que España haya negado la entrada a ciudadanos de terceros países un millón de veces, aunque seguramente muchas veces se ha tratado de la misma persona en días distintos porque pueden llegar hasta la frontera sin ningún problema y sin recurrir a las mafias", subrayaron.
Esas mismas fuentes confirmaron que España es el país que más inmigrantes rechaza en frontera, bastante por delante incluso de países como Italia, que en los primeros cuatro primeros meses de este año 2000 ha negado ya la entrada a 120.000 inmigrantes, principalmente albaneses y kurdos.
50.000 detenciones
En 1999 la policía realizó también 50.000 detenciones por estancia ilegal en el país. Fueron en su mayoría inmigrantes procedentes de Marruecos, pero también de Colombia, Ecuador, China y Rumania.
El problema de la inmigración ilegal lo comparten otros países europeos. Al otro flujo migratorio procedente de los estados magrebíes por la ruta del Mediterráneo se le suman los yugoslavos, albaneses, rumanos, iraquíes y turcos sin documentos. En Alemania se realizaron ese mismo año 40.000 detenciones, las mismas que en Holanda y Bélgica, 43.000 en Austria, 50.000 en Italia, en Francia 47.000 y en Grecia 182.000. Los Quince creen que la clave para contener los flujos migratorios está en combatir a las mafias en las fronteras y en los puntos de partida.
El Consejo de Ministros debatirá el lunes sobre las líneas directrices que dará a la Comisión Europea para negociar con Marruecos, Rusia, Sri Lanka y Afganistán acuerdos de readmisión de inmigrantes irregulares. España quiere que se impregne el futuro acuerdo con "la fuerza de la Comunidad" y no se quede en un simple convenio en el que se primen los pactos bilaterales, porque tiene problemas para que Rabat cumpla los compromisos cerrados con Madrid sobre la materia. Francia no ve necesario ir tan lejos.
España tiene, en cambio, menos problemas de refugiados. El número total de solicitudes de asilo planteadas en 1999 se sitúa tan solo en 9.000, en su mayoría argelinos, colombianos, rumanos, cameruneses y armenios. La magnitud del problema es mucho mayor en otros países de la UE como Alemania, con más de 100.000 solicitudes. El Reino Unido, con 70.000 demandas, fue el país en el que se registró el incremento mayor; Holanda recibió 40.000, Bélgica, 35.000, Francia, 30.000 y Austria 20.000. Las demandas de asilo en España representan el 2% del total de la UE. Si se hace la comparación tomando como referencia el número de habitantes, Bélgica es el país con mayor número de solicitudes (3,5 por mil), seguida de Holanda y Austria (2,5 por mil). En España se sitúa en el 0,2 por mil.
El Gobierno alemán pide que se le resuelva el problema estableciendo un reparto de la carga por personas entre los Estados miembros y llevándose así una gran parte de la totalidad del fondo de refugiados propuesto por la Comisión Europea, dotado con 216 millones de euros, de los que 166 están destinados a financiar proyectos de atención a los asilados. España, que propuso que se creara ese fondo para reducir el déficit de las finanzas alemanas con la UE, se opone ahora a que se considere este sistema de reparto y pide que se doten en la misma proporción las acciones estructurales y las ayudas destinadas a medidas de emergencia. Madrid teme que se imponga el sistema de asilo alemán.
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