Mas propaga su imagen de gestor y anuncia 32.000 millones de inversión con nueva deuda

La Generalitat invertirá 32.000 millones de pesetas en sanidad, enseñanza, carreteras, geriátricos y bomberos. El anuncio lo hizo ayer el portavoz del Gobierno catalán, Artur Mas. Ninguna de estas obras está prevista en los presupuestos, aprobados hace un par de semanas. Su financiación se hará a cuenta de la capacidad de endeudamiento de la empresa pública GISA (Gestión de Infraestructuras, SA). La presentación de las inversiones forma parte de la campaña para propagar la imagen de gestor de Mas, candidato a suceder a Jordi Pujol al frente de CiU.

La carrera entre Artur Mas y Josep Anton Duran Lleida continúa. El primero, portavoz del Gobierno y consejero de Finanzas, convocó ayer un acto para presentar un manojo de inversiones extraordinarias y extrapresupuestarias. Frente a un Duran Lleida consejero de Gobernación que no gestiona apenas nada que tenga que ver con a vida de los ciudadanos, Mas se presentó como el político atento a la urgencias y anunció diversas partidas, muchas de ellas relacionadas con aspectos de actualidad.Apenas cerrada la campaña de matriculación en las escuelas públicas y vivo aún el eco de las protestas por el exceso de barracones, Mas anunció 9.000 millones destinados a eliminarlos totalmente en dos años. Un plan de choque para intervenir en 34 centros de Cataluña y sustituir los barracones por colegios definitivos.

También la sanidad ha sido noticia negativa en días pasados. Mas trató ayer de dar la imagen de intervención rápida: 3.000 millones para hospitales (1.686 para Vall d'Hebron, en Barcelona, y otras partidas menores para Tortosa, Girona, Lleida, Tarragona y Badalona).

Los geriátricos recibirán otros 3.000 millones, con atención especial, resaltada por el propio consejero, para Barcelona, cuyo Ayuntamiento se ha quejado esta misma semana de que la Generalitat no invertía en la ciudad. La mitad de esta partida servirá para construir los geriátricos de Sants, Poble Sec y Vallbona; el cuarto se hará en Gavà. El resto del dinero servirá para otro tipo de centros en diversos puntos de Cataluña.

La mayor parte de la inversión va para carreteras: 17.635 millones de pesetas, con una distribución que, señaló Mas, no puede tener otro criterio que el territorial. Las partidas más importantes son para las variantes de Reus (3.100 millones), Vila-sacra (2.040 millones) y Montblanc (800 millones), además de los accesos al Pallars (1.414 millones).

Mas presentó estas inversiones y otras menores hasta totalizar 32.885 millones apenas dos semanas después de aprobados los presupuestos generales, que no incluyen ninguna de ellas. El consejero argumentó la urgencia de las obras y la disponibilidad de la capacidad de endeudamiento de GISA, que es de 106.000 millones de pesetas y que no está agotada.

Reconoció también Mas que la presentación de las obras de GISA seguían un protocolo distinto al habitual. En años anteriores, era el consejero de Política Territorial, de quien depende directamente la empresa pública, quien presentaba las actuaciones de GISA. Mas justificó el cambio en la variedad de obras que abarcan mucho más que las carreteras, ya que incluyen actuaciones sanitarias, educativas e incluso en asuntos relacionados con Interior, como obras en los parques de bomberos de Vilanova i la Geltrú y Sant Feliu de Llobregat, entre otras.

Con esto, Mas trata de aparecer como un gestor eficaz y próximo a las preocupaciones de la gente, frente a un Duran Lleida que cultiva el discurso y la relación políticos de altura y, por ello mismo, alejado de los asuntos que verdaderamente inquietan a la población. Hay, sin embargo, un límite que Artur Mas no está dispuesto a traspasar. Y, quizá por ello, una vez dadas todas las cifras, él mismo las aguó en parte reconociendo que unos 10.000 millones (un tercio del total) estaban ya previstos y anunciados.