Manila confía en reanudar hoy las negociaciones sobre los rehenes

El Gobierno filipino espera empezar hoy en serio la negociación con el grupo islamista que desde el pasado 23 de abril tiene cautivas a 21 personas (19 extranjeros y dos filipinos) en una isla del sur del país. Los secuestradores plantean como objetivo máximo la independencia del territorio de población musulmana en la sureña isla de Mindanao, pero se conformarán con unos millones de dólares. Fuentes castrenses aventuran un proceso largo de negociación y una liberación escalonada de los cautivos. Robert Aventajado, emisario personal del presidente filipino, Joseph Estrada, pretende comenzar hoy a hablar en la isla de Jolo con los cabecillas de Abu Sayyaf, la banda que se apoderó de los desprevenidos turistas y trabajadores en una isla de la vecina Malaisia. Los secuestradores, que se han encontrado con un as propagandístico de primera magnitud, han dejado caer peticiones de todo tipo en este mes largo: desde dinero hasta ambiciosas exigencias políticas. Los cautivos (nueve malaisios, tres alemanes, dos filipinos, dos finlandeses, dos franceses, dos surafricanos y un libanés) están al borde de la desesperación y algunos hablan de suicidio. Una de las mujeres retenidas ha descubierto en el escondite en plena jungla de Jolo que se encuentra embarazada de tres meses.