Pólvora
A la búsqueda de la belleza y de lo festivo casi como único justificante vital, encontramos en la pólvora la conjunción de estética y entretenimiento. Y hemos conseguido un espectáculo de colorines, ruidoso y visualmente magnífico, que lleva entreteniendo a las masas desde los tiempos de Marco Polo. Es para estas masas, siempre ávidas de emociones, para las que se inventan desde el circo hasta el fútbol, pasando por los centros comerciales, los toros, los zoos o los apartamentos en primera línea de mar.Estos festejos, unos más peligrosos que otros, acaban de producir muertes absurdas en lugares bastante alejados geográficamente. Como cada año. Los petardos, los fuegos artificiales, la pólvora en fin, se ha cobrado su tributo. Y si puede haber agravante en estos accidentes, lo hay en el hecho de que la mayoría de las víctimas no tenían ninguna relación con la industria. Inútiles, evitables, de una tradición idiota (como muchas otras) pero más peligrosa. Los muchos ciudadanos que tememos ya la llegada de San Juan por lo que comporta miramos hacia la lejana Holanda confiando en que sea pionera en la prohibición de algo discutiblemente bello de cuya peligrosidad nadie duda.- Esther Melcón Rodríguez. Barcelona.
La radio en los túneles
¿Existe alguna razón técnica para que en el interior de los túneles de Vallvidrera sólo puedan oírse las emisoras de la Generalitat, es decir Catalunya Ràdio, Catalunya Informació y Catalunya Música? Es de lo más molesto que, al entrar en los túneles, se pieda la recepción de la emisora que te acompaña en el camino. Y ocurre de forma invariable, excepto si se ha sintonizado una de las emisoras de la Generalitat -jamás he probado si se oye Radio Nacional de España-. ¿Es culpa de las empresas radiofónicas? ¿De la empresa concesionaria del túnel?- Antonio Torrent. Sant Cugat.
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