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sobre el evento La Diputación de Lleida se declara contraria al desfile militar en Barcelona

Convergència i Unió prosiguió ayer su política de gestos contra la celebración del Día de las Fuerzas Armadas en Barcelona el próximo día 27. La comisión de gobierno de la Diputación de Lleida, con mayoría de CiU, aprobó una declaración contra el evento y se dirigirá al Ayuntamiento de Barcelona para sugerirle que no ceda la vía pública para el desfile. El comité de gobierno de Unió Democràtica (UDC) reiteró sus quejas por lo que considera una "falta de respeto institucional muy importante" del Gobierno central.

El texto aprobado por la Diputación de Lleida se basa en la moción que la secretaría de política municipal de CiU está promoviendo en decenas de localidades de Cataluña. La comisión de Gobierno de la Diputación pide al Ministerio de Defensa que sustituya el desfile -al que el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, acudirá como primera autoridad civil- por un "acto reducido de reconocimiento" a las fuerzas que han participado en misiones de pacificación. La Diputación de Lleida pide al Ayuntamiento de Barcelona que, de lo contrario, no ceda el uso de la vía pública a "una exhibición tan alejada del ser y sentir de la mayoría de catalanes". En su declaración, la Diputación de Lleida manifiesta que "un desfile militar con exhibición armamentística incluida no se aviene con la voluntad de Cataluña ni de su capital, Barcelona, de ser un punto de referencia internacional de la paz, y más cuando este año 2000 ha sido proclamado por la Unesco como Año Internacional de la Cultura de la Paz". La institución provincial ha hecho llegar este manifiesto de rechazo al desfile militar al Ministerio de Defensa, al Ayuntamiento de Barcelona, a la Asociación de Municipios de Catalunya y a la Federación de Municipios de Cataluña.

Por su parte, Unió Democràtica (UDC), el otro partido de la coalición nacionalista CiU, reiteró sus reproches hacia el Gobierno central con motivo del desfile del Día de las Fuerzas Armadas. Su portavoz, Jordi Casas, acusó al Ejecutivo del Partido Popular de "no haber actuado con corrección institucional" y lo consideró "culpable" de la polémica que ha originado. En su opinión, el origen de la controversia se encuentra en la "falta de respeto institucional muy importante" del Gobierno de José María Aznar.

También ayer el Ayuntamiento de Badalona, que con más de 200.000 habitantes es la tercera ciudad de Cataluña, aprobó una moción contraria a la "exhibición" militar que supone el desfile. El consistorio es gobernado por una coalición de los partidos de izquierda y todos los grupos salvo el Partido Popular (PP) se sumaron a la iniciativa.

En el capítulo de protestas en las calles, un grupo de personas pertenecientes al colectivo de gays y lesbianas de Cataluña se concentraron ayer a mediodía ante la sede del Gobierno Militar de Barcelona. Allí se desnudaron y escenificaron la muerte tirándose pintura roja por encima.

Las iniciativas contrarias al desfile militar contrastan con las declaraciones efectuadas ayer en Bruselas por el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, quien pidió que la polémica "se apacigüe" y aseguró que sería el momento oportuno para dar a conocer a la ciudadanía el papel del Ejército. Piqué, que asistió en la capital belga al Consejo de Asuntos Generales, consideró que el desfile "es un momento extraordinario para que la ciudadanía conozca, valore y reconozca el papel que están llevando" las Fuerzas Armadas, "en muchos lugares del mundo en misiones humanitarias", e incluso en España "con la profesionalización del Ejercito y con su propia modernización".

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