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Quiebros y pantallas

Gordo era vicepresidente primero de la Caja Provincial de Álava cuando se terminó en 1988 el centro comercial Dendaraba, que promovió desde la presidencia de Covivi junto a dicha entidad. Poco más tarde, adquirió a la caja la primera planta del céntrico aparcamiento subterráneo (125 plazas) a nombre de la sociedad Parking-Denda SA, constituida a fines de 1989 por cinco socios-pantalla. Entre ellos figuran Javier Apilánez y Luis Antonio Rodrigo, en la actualidad tesorero y vicepresidente, respectivamente, de Covivi. En febrero de 1991, sin embargo, en una de esas maniobras mercantiles que acostumbran a realizar Gordo y sus socios, la sociedad nombra apoderada a Pilar Posada González de Sarralde, la esposa del empresario. Con este quiebro, Gordo salvó formalmente la incompatibilidad en que incurría, ya que desde junio de 1990 a marzo de 1992 siguió siendo vicepresidente primero en la Vital, la caja resultante de la fusión en el 90 de la Provincial y la Municipal.

Más información
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En junio de 1992, una vez fuera del consejo de la caja, desembarcó abiertamente como dueño de Parking-Denda, al recibir poderes plenos de su esposa, que mantiene la titularidad formal de la sociedad. No obstante, un año antes ya había realizado una de sus operaciones más controvertidas con la Vital: obtener de forma fraudulenta la cesión gratuita de la segunda planta del aparcamiento por 35 años a cambio de un derecho de paso en favor de la caja que ésta ya tenía reconocido en las escrituras del inmueble desde 1988.

El pasado abril, la comisión ejecutiva de la Vital, presidida ahora por Pascual Jover, encargó a un despacho de abogados que consiga la anulación, por acuerdo o ante los tribunales, de dicha cesión obtenida frudulentamente. Este caso fue una de las operaciones irregulares descubiertas por el anterior presidente, Juan María Urdangarín.

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