Fallece Jean-Pierre Rampal, el hombre de la flauta de oro Una de sus grabaciones más célebres es su versión de la 'suite' de Claude Bolling

Jean-Pierre Rampal, músico francés de 78 años, falleció ayer en París debido a una crisis cardiaca. El intérprete había suspendido estas últimas semanas un concierto en Estrasburgo porque "se sentía muy fatigado". Rampal impuso, mediados los cincuenta y desde la Orquesta de París, la flauta como instrumento solista y, sobre todo, al flautista como solista equiparable al violinista o pianista. Para ello se apoyó muy especialmente en el repertorio barroco y en formaciones como el Quinteto de Vientos, o el Ensemble Barroco de París.

Nacido en Marsella el 7 de enero de 1922, hijo de un profesor de flauta, Rampal es un músico relativamente tardío, pues sus estudios le llevaban a convertirse en médico. La Segunda Guerra Mundial y el Servicio de Trabajo Obligatorio en Alemania le impulsaron a interrumpir sus estudios y a esconderse de las autoridades de Ocupación, tal y como él mismo ha explicado en sus memorias, Musique ma vie (1989). Durante esos años, Rampal perfeccionó su técnica y entró en contacto con un repertorio momentáneamente prohibido, como las composiciones de Milhaud o Schoenberg.Afable, viajero incansable, ecléctico y simpático, Rampal formaba parte de esa pequeña élite de instrumentistas virtuosos cuyo apellido era conocido internacionalmente. La imagen de Rampal con su flauta de oro macizo entre las manos figura en la carátula de un sinfín de grabaciones. Su versión de la suite de Claude Bolling figuró durante muchísimas semanas en las listas de ventas de Estados Unidos, país por el que realizó numerosas giras. Con Isaac Stern y Mstislav Rostropovitch integraba un trío de genios, como célebres eran sus duetos con la harpista Lily Laskine o con el teclista Robert Veyron-Lacroix.

Su impresionante discografía es testimonio de su eclecticismo, ya que junto a grabaciones de los grandes clásicos se encuentran obras de compositores olvidados, sin dejar de recordar a los contemporáneos que escribieron especialmente para él como Jacques Ibert, Penderecki, Poulenc, Tomasi o Jolivet.