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El 'Atlantis' parte para reparar la estación espacial internacional

La tripulación elevará los módulos en órbita, que pierden altura

En el primero de una nueva serie de intentos, el transbordador espacial Atlantis partió ayer por fin hacia la estación espacial internacional, cuya altura está disminuyendo peligrosamente por el retraso en la llegada de otros componentes de la base. El Atlantis empujará a una órbita más elevada la estación -que ahora sólo tiene dos módulos-, y la tripulación hará trabajos de reparación y mantenimiento.

La misión del transbordador Atlantis, lanzado desde cabo Cañaveral ayer a las 12.10, hora peninsular española, había sido aplazada en varias ocasiones. La última, en abril, se intentó el lanzamiento tres veces y luego fue postpuesto para dejar paso a otros lanzamientos previstos en la base espacial estadounidense. Ahora ha pasado lo contrario. Tres intentos sin éxito de lanzar el nuevo cohete Atlas 3A -que lleva motores rusos- los pasados lunes, martes y miércoles le han dejado en tierra, mientras el transbordador, que debía partir el jueves, lo hizo el viernes para dar tiempo a que los sistemas de seguimiento y control de la base se adaptaran. Todavía no se ha encontrado hueco para el Atlas, que debía poner en órbita un gran satélite de comunicaciones de la organización Eutelsat.El retraso en el inicio de la misión del transbordador había producido ya cierto nerviosismo entre los controladores de la estación espacial internacional, que han observado que la órbita de los módulos Zarya y Unity está descendiendo desde febrero casi 3 kilómetros por semana, debido al roce con la ligera atmósfera y a la mayor actividad del Sol en los últimos meses.

La estación se encuentra todavía a unos 320 kilómetros de altura, suficiente para que no exista peligro alguno de caída, pero el transbordador, el último día de su acoplamiento a ella, la empujará hacia arriba unos 35 kilómetros a la espera de que llegue en julio el vital módulo ruso Zvezda -con funciones de alojamiento, control de vuelo y propulsión- que ha sido la causa principal del retraso de más de año y medio en la construcción de la estación.

Sin embargo, la razón principal del viaje del transbordador, improvisado este año a la vista del retraso en el módulo Zvezda, es reponer cuatro de las seis baterías rusas de uno de los módulos, que están agotadas y hacen que la estación esté prácticamente sin suministro eléctrico. El transbordador se acoplará con la estación en la madrugada de mañana domingo, y permanecerá unido a ella hasta el día 26, para volver a la Tierra tres días después.

Los siete tripulantes -seis estadounidenses y uno ruso- trasladarán a la estación más de una tonelada de equipos, entre ellos tres extintores de incendios, 10 detectores de humos y un ordenador. Llevarán ropas y medicinas para la primera tripulación permanente, que debe llegar en octubre. Algunos astronautas harán un paseo espacial para instalar una grúa.

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