Enseñanza anuncia un plan para acabar con los barracones en esta legislatura

La consejera de Enseñanza, Carme-Laura Gil, presentó ayer un ambicioso plan de choque para eliminar en dos años y medio el 80% de los barracones prefabricados que hay en institutos y escuelas de Cataluña. La consejera no concretó, sin embargo, el coste del plan ni si existe ya una partida para ejecutarlo. Gil también presentó las modificaciones que se introducirán en el sistema educativo a partir del próximo curso e insistió en que con estos cambios su departamento no está impulsando una "reforma de la reforma" educativa.

Según los datos facilitados ayer por el director general de centros, Emili Pons, en un plazo de dos años y medio los 784 barracones o aulas prefabricadas que hay en un total de 34 centros escolares catalanes se reducirán a 182. Éstos se irán eliminando en una segunda fase, de manera que a final de la legislatura no quede ninguno. Según Pons, en 7 de los 34 centros educativos "ya se está trabajando" para eliminar las aulas prefabricadas, y con la puesta en marcha del plan, las obras se extenderán a 19 centros más, de manera que sólo quedarán ocho en el año 2003.La consejera no quiso concretar la cantidad económica que destinará su departamento a ejecutar el plan y aseguró que el consejero de Economía, Artur Mas, informará con detalle al respecto próximamente.

La Associació de Joves Estudiants de Cataluña (AJEC), instó ayer a la Generalitat a que pida a la empresa pública GISA un crédito por el importe necesario para acabar con los barracones. La entidad calcula que hay "como mínimo 53 institutos" con barracones y cifra el presupuesto para derribarlos en unos 50.000 millones de pesetas.

Carme-Laura Gil también presentó ayer las "instrucciones" que remitirá a los centros de primaria y secundaria para que apliquen varias modificaciones en el sistema educativo a partir del próximo curso.

Entre las novedades figura la anunciada evalución interna a la que se someterán los alumnos de 10 y 14 años para conocer su grado de "adquisición de las competencias básicas" y evitar el fracaso escolar. Enseñanza facilitará las pruebas estandarizadas que deberán pasar los alumnos y cuyos resultados permitirán a los centros escolares de Cataluña saber su nivel respecto a los restantes y determinar si es necesario tomar decisiones de mejora o cambio en la gestión de los currículos y métodos de aprendizaje.

Gil insitió ayer en que estas pruebas de evaluación "no tienen nada que ver con la antigua reválida porque no se trata de un examen externo ni tiene por finalidad seleccionar a unas élites".

La promoción de un curso al siguiente no será automática. Los alumnos deberán esperar un año más si no han adquirido los conocimientos básicos de las materias fundamentales.

Para mejorar la evaluación de la calidad de la docencia, Enseñanza prevé que cada centro elabore un plan estratégico, del que el próximo curso ya dispondrán 100 escuelas e institutos. Otra de las novedades es que el aprendizaje de la lectura y la escritura comenzará ahora a los cinco años en lugar de a los seis.