Piqué atribuye al entorno de ETA parte de la agitación contra el Día de las Fuerzas Armadas

El Gobierno central atribuye a grupos del entorno de ETA parte de la agitación manifestada en Cataluña con motivo de la celebración del Día de las Fuerzas Armadas en Barcelona el día 27. El ministro de Exteriores, el catalán Josep Piqué, afirmó ayer en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que "puede haber manifestaciones de grupos contrarios al desfile, autodefinidos como pacifistas, pero que suelen ser grupos que propician o justifican la violencia en otros ámbitos territoriales", en alusión al grupo juvenil del abertzalismo radical Haika.

Piqué basa esta afirmación, realizada en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en informes policiales de los que tiene constancia el Gobierno. También atribuyó a grupos del entorno de ETA el conflicto suscitado en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) con motivo de la visita del presidente del Gobierno, José María Aznar, en enero del pasado año.La plataforma contraria a la celebración de las Fuerzas Armadas en Barcelona había logrado ayer la adhesión de 147 entidades, entre ellas los sindicatos CC OO y UGT, la Confederación de Asociaciones de Vecinos de Cataluña, las federaciones más significativas de ONG y de entidades pacifistas, y las juventudes de todos los partidos parlamentarios, salvo las del Partido Popular. Pese a ello, Piqué consideró que se trata de "manifestaciones episódicas" y se mostró convencido de que la sociedad catalana expresará su consideración hacia las Fuerzas Armadas.

A juicio del ministro, entre el movimiento contrario al desfile militar de Barcelona se hallan "grupos autodenominados pacifistas" que al mismo tiempo "propician y justifican la violencia en otros ámbitos territoriales", aunque no especificó a qué grupo se refería. Las juventudes de Esquerra Republicana (ERC) contestaron ayer mismo al ministro y tacharon sus afirmaciones de "fascistas".

Piqué subrayó la creciente colaboración entre el ejército y las ONG en misiones humanitarias y emplazó a los ciudadanos a que no dejen impresionarse por las actividades de los grupos contrarios a la celebración. El jefe de la diplomacia española destacó tanto el "importantísimo papel" de las ONG como "el reconocimiento de la nueva faceta de las Fuerzas Armadas españolas, perfectamente congruente con su creciente imbricación en la sociedad española y con su profesionalización y modernización".

Por su parte, el ministro portavoz del Gobierno, Pío Cabanillas, también censuró el movimeinto de oposición al desfile tras la reunión que ayer celebró el Consejo de Ministros. "Hay multitud de argumentos que parece mentira que a estas alturas se estén utilizando para criticar el desfile", lamentó. Cabanillas dijo que está "convencido" de que en la actitud del presidente de la Generalitat, que será la primera autoridad civil en el desfile, primará "el reconocimiento" a la labor que desarrollan las Fuerzas Armadas.

El ministro portavoz también quiso salir al paso de las quejas planteadas por el consejero de Gobernación y líder de Unió, Josep Antoni Duran, quien criticó la "desconsideración" que a su juicio ha sufrido el Gobierno de Jordi Pujol por parte del Ejecutivo central. Cabanillas opinó que "no se puede elevar a la categoría de clave de la situación lo que tiene un carácter menor".

Las juventudes de Convergència Democràtica, el partido de Jordi Pujol, prosiguieron ayer su programa de actividades contrario al desfile militar. Además de formar parte de la plataforma unitaria, la JNC inició ayer una campaña propia, Lazo blanco, lazo por la paz, mediante la cual pretenden repartir 50.000 lazos blancos en las principales localidades de Cataluña en oposición al Día de las Fuerzas Armadas.

Una cuarentena de activistas de esta organización se manifestaron ante el Gobierno Militar de Barcelona para dejar claro su rechazo al evento, informa Xavier Díaz. Los jóvenes mostraron una pancarta con el lema Cataluña por la paz. No al desfile militar y se leyó un comunicado en el que calificaban el desfile de "anacrónico y contradictorio". La rama juvenil de Convergència considera que la parada supone "un agravio a la sensibilidad nacional".

Por su parte, el grupo de CiU en la Diputación de Lleida presentó ayer una moción en la que solicita al Ministerio de Defensa "la sustitución del desfile militar del próximo 27 en Barcelona por un acto reducido de reconocimiento a las fuerzas que han participado y colaborado en misiones de paz".