"La polémica de la Literatura ha servido al PP para calificar a los catalanes de cafres"

Carme Laura Gil cumplirá pronto medio año en el Departamento de Enseñanza. Cuando llegó, los sindicatos del sector ya tenían montada una campaña de movilizaciones que cumplieron escrupulosamente. La consejera pagó por los pecados de su antecesor en el cargo. Cuando, finalmente, parecía haber conseguido pacificar el sector, Gil intuye que por el horizonte aparece un PP reforzado con la mayoría absoluta presentando de nuevo batalla por la enseñanza de las humanidades, cuya primera escaramuza ha sido la polémica sobre la presencia de la Literatura en las pruebas de acceso a la Universidad (PAAU). Pregunta. ¿Cree que es necesario recuperar la pregunta sobre Historia de la Literatura en la prueba común de las PAAU?

Respuesta. Se ha hablado con una cierta ignorancia, haciendo creer, deliberadamente, que los alumnos de Secundaria hoy en día no estudian literatura, cuando sucede justamente todo lo contrario. Ahora bien, dicho esto, me parece que hubiera debido mantenerse la pregunta en la prueba común de la selectividad. Considero relevante que en una de las preguntas del comentario de texto se haga referencia a la obra del autor citado o a alguna autoridad literaria. Es cierto que si desaparece la pregunta, en función de cómo se prepare la prueba de las PAAU en cada instituto, algunos pueden llegar a marginar la Literatura en el último año de bachillerato. Hablaré con la comisión que lleva las pruebas de PAAU de Lengua y Literatura para ver qué se puede hacer el curso que viene. No quisiera que el estudio de la Literatura se nos devaluara porque no sea evaluable.

P. ¿Qué opina de la polémica que ha generado esta noticia?

R. Una noticia muy vieja, en todo caso. La Asociación de Escritores en Lengua Catalana no se dio cuenta en cinco años de que la pregunta había desaparecido. Es un poco curioso. También lo es que protestaran por dejar a los profesores la responsabilidad de enseñar Literatura. Lo cierto es que esta polémica ha servido al PP para poder decir que nosotros los catalanes somos unos cafres y para fabricar un titular de prensa que aseguraba que en Cataluña se había prohibido la Literatura. Es un tema totalmente ideológico. Todos los partidos políticos tienen un espacio simbólico. El del PP está conformado por la idea vertebradora de España y eso que dicen ahora de que España es una y plural. Una contradicción: no se puede ser una y plural, el plural de yo es yoes, y en todo caso deberíamos hablar de nosotros, de una colectividad formada por diversas singularidades. Nosotros los nacionalistas catalanes no aceptamos esta idea de la Historia común, nos parece que podemos explicar la Historia de España a través de la de nuestro país. Bajo la cobertura del humanismo y las humanidades, lo que pretenden es la cohesión del sistema educativo español.

P. Mientras que el PP quiere reformar la reforma, usted prefiere hablar de cambio de estrategias y apunta, entre otras cosas, la posibilidad de que los alumnos de ESO repitan curso.

R. No hay que identificar el ritmo de aprendizaje con el curso escolar. Tanto en primaria como en secundaria, el alumno debe adquirir las competencias básicas. Hay edades más complicadas y se dan casos en los que la fecha de nacimiento condiciona la pertenencia a un curso, cuando en realidad, a veces, es una simple cuestión de días. Hay quien necesita más tiempo, y el sistema nos permite adaptar el currículo. Lo que no es aceptable es ir promocionando a un alumno sin que haya adquirido las competencias básicas, porque, entre otras cosas, supone hacerle un flaco favor al alumno. Por otra parte, también se puede dar el caso de que sea necesario promocionarlo, aunque no adquiera los conocimientos, para evitar que se produzca una situación de clara desconexión entre los alumnos si, por ejemplo, es mucho mayor que el resto del aula. Lo que quiero decir es que no hay que aplicar un puro automatismo a la promoción. Tampoco estamos hablando de repetir, como antes, todas las asignaturas.

P. También va a cambiar los créditos trimestrales, uno de los puntos que más molestaban al profesorado.

R. Sólo en lo que se refiere a las materias instrumentales: las dos lenguas, Matemáticas y Ciencias Sociales tendrán tres horas semanales durante los cuatro años de la ESO. De hecho ya había muchos centros que se las habían arreglado para hacer coincidir créditos opcionales y funcionar de este modo.

P. ¿Cree que la violencia es uno de los grandes problemas actuales de la escuela?

R. No lo creo. Siempre ha existido un cierto grado de violencia que es consustancial a una determinada edad, a los conflictos normales de la adolescencia y la formación de la personalidad. Precisamente ahora hemos encargado un estudio sobre este tema para detectar la percepción de la inseguridad en edades comprendidas entre los 12 y los 18 años. Los medios de comunicación tienden a focalizar a la juventud, a señalarla, en cierto modo la demonizan. En cierto sentido, la juventud se ha convertido en una clase social. Y si hablamos de la violencia que puede darse entre jóvenes provenientes de la marginación y de los sectores menos favorecidos económicamente, debe de ser probablemente porque no han tenido una escolarización hasta los 16 años como prevé la reforma educativa.

P. Entre las nuevas estrategias que prevé su departamento figuran instrumentos para hacer frente a la llamada diversidad y también para los problemas que crean alumnos conflictivos.

R. Si, tenemos las unidades de adaptación curricular para alumnos con problemas de aprendizaje, lo que no significa que sean alumnos conflictivos. Estas unidades sirven, especialmente, para poner énfasis en las materias instrumentales. Para los problemas de conducta graves, lo que entendemos como conductas asociales -no para las simples travesuras o incluso las gamberradas tradicionales, que siempre se han hecho en los colegios-, tenemos las unidades de escolarización externa, que vamos a potenciar. Calculamos que puede existir un 0,5% de alumnos de este tipo, aunque su distribución por centros es variable. La experiencia nos demuestra que, con el apoyo de los centros, estas unidades funcionan muy bien, que una gran parte de estos alumnos consigue reintegrarse en la escuala y que aquellos que no se reintegran por lo menos recuperan su autoestima.

P. ¿Cómo ha funcionado el proceso de preinscripción en lo que se refiere a los núcleos con altos índices de inmigración?

R. Ha ido muy bien. No tengo conocimiento de que se haya producido ningún problema, ni en la escuela pública ni en la concertada. Pero mantendremos las subcomisiones de matriculación durante todo el curso.Por ponerle un ejemplo, yo creo que aquí no se produciría jamás algo como lo que ha sucedido en ese colegio de Barakaldo en el que los padres se han opuesto a la escolarización de tres alumnos gitanos. Sin embargo, creo que hemos de ser muy cuidadosos con la cuestión de la inmigración. Si no sabemos llevarla bien, puede crearnos graves problemas.