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EEUU eleva el precio del dinero 0,5 puntos de un solo golpe por temor a la inflación

Alan Greenspan y sus pares de la Reserva Federal de Estados Unidos optaron ayer por la medicina más severa. A fin de intentar enfriar el crecimiento de la primera economía del planeta, el banco central estadounidense empleó, por sexta vez consecutiva en menos de un año, el freno de la subida de los tipos de interés. Pero el incremento de su principal tipo no fue de un cuarto de punto como en las cinco ocasiones anteriores, sino de un severo medio punto. El tipo de los fondos federales se sitúa ahora en el 6,5%, su nivel más alto desde enero de 1991.

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Al optar por el mayor encarecimiento en una jornada del precio del dólar desde febrero de 1995, Greenspan y el resto de los directivos de la Reserva Federal expresaron su temor a que el vigoroso crecimiento de la economía de EEUU, que va a entrar en su 11 año consecutivo de expansión, "pueda fomentar desequilibrios inflacionistas", según su comunicado oficial. Las cinco subidas anteriores de un cuarto de punto cada una adoptadas desde junio de 1999 no han conseguido enfriar el optimismo de los inversores y consumidores norteamericanos, que siguen endeudándose para ampliar sus negocios, jugar en bolsa o comprar viviendas, vehículos y todo tipo de bienes y servicios.

La dura decisión de ayer se produjo pese a que, poco antes del comienzo de la reunión de la Reserva Federal, el departamento de Trabajo del Gobierno norteamericano difundió una noticia positiva. Por primera en casi un año, el Índice de Precios al Consumo (IPC) de EEUU no subió ni una décima en abril. Los descensos en los precios de la energía, el transporte y la ropa compensaron ese mes las subidas de las medicinas, los automóviles y el tabaco, esta última debida a que las tabacaleras repercuten en las cajetillas el coste de las multimillonarias indemnizaciones que se ven obligadas a pagar a las autoridades y los particulares.

El buen dato de inflación de abril provocó el optimismo de Wall Street. Minutos antes del anuncio de la Reserva Federal, los índices Dow Jones y Nasdaq registraban subidas superiores a los 100 puntos. Después cayeron con fuerza para recuperarse al cierre y ganar un 1,17% en el caso del índice general y un 3,03% en el de los valores tecnológicos.

En Washington, Greenspan veía las cosas de modo más cauto que los operadores de la bolsa neoyorquina. En su decisión pesó mucho el que el IPC creció un 0,5% en febrero y un 0,7% en marzo, en gran medida a causa de los entonces elevados precios del petróleo.

Pese a la nula inflación de abril, la Reserva Federal sigue apostando por la prevención. Al subir medio punto, el tipo de fondos federales queda en el 6,5%. Es un 1,75% más que en junio de 1999, cuando estaba en un 4,75%. Los bancos comerciales norteamericanos anunciaron anoche que repercutían de inmediato esa subida en los tipos que aplican a consumidores y pequeñas empresas. Esos tipos quedan ahora en niveles en torno al 9,5%, los más altos en los últimos nueve años.

En el comunicado en el que explicó su decisión, la Reserva Federal subrayó que sigue preocupándole la posibilidad de que la voracidad de la demanda supere los notables incrementos de la productividad de las empresas estadounidenses.

"Los incrementos de la demanda", según la Reserva Federal, "se mantienen por encima incluso del rápido ritmo de las ganancias en la productividad. Al comité le preocupa que continúe esta disparidad entre el incremento de la demanda y las existencias potenciales". Fue un mensaje para navegantes: el ciclo de encarecimiento del precio del dólar no ha terminado. Reunidos en una convención nacional en Las Vegas, muchos estrategas de inversiones de las firmas norteamericanas anticiparon ayer que esta subida primaveral de tipos no será la última.

Según sus previsiones, la Reserva Federal volverá a incrementar en otro medio punto adicional el precio del dólar de aquí a finales de año. Greenspan solo abandonará su política restrictiva cuando vea signos claros de desaceleración de la economía estadounidense.

El objetivo de la Reserva Federal es situar la velocidad de crucero del crecimiento del PIB norteamericano entre un 3% y un 4% anual, y rebajar el ritmo anual de progresión del IPC desde el 4,3% de la actualidad a un porcentaje situado por debajo del 3%. Impulsada por la revolución tecnológica y la globalización, la economía estadounidense, que representa más de un cuarto del PIB mundial, creció el 7,3% en el último trimestre de 1999 y el 5,4% en el primer trimestre de este año.

La tasa de desempleo cayó en abril al 3,9%, su nivel más bajo desde enero de 1970. EEUU está en situación técnica de pleno empleo y vuelve a abrir sus puertas a los inmigrantes.

La estrechez del mercado laboral es la obsesión de Greenspan. En el primer trimestre de este año, los sueldos y otras retribuciones extrasalariales crecieron en EEUU a la mayor velocidad de los últimos ocho años. Ese elemento fue decisivo en la decisión adoptada ayer.

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