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Carme Laura Gil defiende la reforma educativa porque promueve la equidad

La consejera de Enseñanza, Carme Laura Gil, considera que el modelo impuesto por la reforma educativa implica un nuevo tipo de sociedad que sólo podrá empezar a percibirse dentro de 10 años. La reforma, dijo, promueve la equidad -"un valor que supera la igualdad de oportunidades"-, que consiste en dar a cada uno de acuerdo con sus capacidades. "No podemos permitirnos un modelo segregador", dijo.

Gil se dirigió ayer a una audiencia académica en las Jornadas sobre Modelos en la Docencia Universitaria organizadas por la Universidad Pompeu Fabra (UPF). El título de su conferencia, La reforma de la enseñanza secundaria: qué deben aportar y qué deben esperar las universidades, anunciaba un ajuste de cuentas entre el mundo de la Enseñanza Secundaria y el de la Superior.Ante la repetida queja del profesorado universitario de que los alumnos llegan con un nivel formativo muy bajo, la consejera fue contundente: "Educar a élites es extraordinariamente fácil", dijo. Gil explicó que siempre se ha negado a "hablar de niveles de conocimientos" y emplazó a los profesores universitarios que echan en falta cierto tipo de conocimientos en los alumnos que les llegan de la Secundaria a recordar si en el anterior sistema se explicaba en clase qué es la tolerancia o la paz. "Ahora estos conocimientos se imparten y es mejor que lo anterior, de eso estoy absolutamente segura", dijo. "¿Hay que prescindir del inglés?", preguntó, siguiendo con la comparación con el anterior sistema, "¿o de las ciencias sociales?". La consejera instó al profesorado universitario a "dar respuestas", aunque confesó que se teme "que la Universidad no puede dar respuestas porque no sabe ni siquiera qué preguntas deben formularse".

La ley de 1970

Gil realizó una defensa apasionada de la LOGSE, la ley del nuevo sistema educativo que se ha implantado finalmente en todo el territorio este año, con todos los jóvenes catalanes de 16 años escolarizados. A juicio de la consejera, este hecho provocará "en 10 años un gran cambio sociológico" y se superará la "situación perversa que provocaba la ley de educación de 1970".

El nuevo sistema, dijo, defiende la equidad, un valor "superior al del antiguo modelo de la igualdad de oportunidades, porque atiende a cada alumno en función de sus capacidades". La reforma, añadió, "no persigue la competitividad, sino la competencia", y añadió: "Es un error pensar que la igualdad de oportunidades nos hace a todos iguales, porque no partimos de la misma realidad". Gil afirmó que la ley franquista de 1970, reivindicada actualmente por muchos profesionales críticos con la reforma, "segregaba a los niños a los 14 años porque les dividía entre los que habían fracasado y los que habían triunfado en la escuela".

La titular de Enseñanza negó radicalmente que el problema sea la falta de recursos para implantar la reforma en los institutos. "Lo único que hace falta", dijo Gil, "es cambiar las actitudes del profesorado". En su opinión, uno de los errores ha sido haber implantado la LOGSE "sin hacer el discurso político adecuado"."Con la reforma", piensa la consejera, "irá desapareciendo esa zona borrosa de la marginación social que dejaba fuera del sistema educativo a casi el 40% de los jóvenes", precisamente aquellos que posteriormente, en la edad adulta, "formaban parte de la clase social, económica y cultural más desfavorecida". Por ello, piensa Gil, la reforma, más que un sistema educativo, "se plantea como un nuevo modelo de sociedad". En este contexto, la pregunta que hizo a los profesores fue: "¿Qué es lo que aporta la Universidad a dicho proyecto?". Parafraseando a Elridge Cleaver, uno de los líderes de los Panteras Negras durante los años sesenta en Estados Unidos, Gil dijo a los presentes: "O son parte del problema o son parte de la solución".

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