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Economía frena una contra-OPA que intentaba competir con Unión Fenosa por Hidrocantábrico

La batalla de Hidrocantábrico se acerca a su final. La compañía alemana Energie Baden-Württemberg (EnBW), participada en un 25% por la francesa EdF, barajó hasta el último momento la posibilidad de lanzar una contra-OPA sobre Cantábrico, superando, según fuentes conocedoras del proceso, la oferta de Fenosa (24 euros por acción) en más de un 5%. Pero la intervención del Ministerio de Economía el martes pinchó la nueva oferta. En este contexto, el presidente de Fenosa, José María Amusátegui, afirmó ayer que el BSCH quiere mantener un 10% de la nueva Fenosa-Cantábrico

Según las fuentes consultadas, el Ministerio de Economía, que dirige Rodrigo Rato, trasladó el pasado martes a la compañía EnBW su oposición a que lanzara una contra-OPA para la que ya había precio (en torno a 27 euros por acción) y disposición de fondos. Economía, según las mismas fuentes, habría aplicado a EnBW -contemplada con recelo por su vinculación a la francesa estatal EdF y por la presencia de capital público alemán en su accionariado- la misma filosofía que desbarató el proyecto de fusión entre Telefónica y KPN: en España no hay lugar para compañías extranjeras controladas más o menos directamente por resortes públicos.El Ministerio de Economía ni confirmó ni desmintió la existencia de contactos con EnBW-EdF el pasado martes, si bien, ratificó que "la filosofía" aplicada en el caso Telefónica-KPN y recogida en la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos de 2000, sí se ha hecho llegar a la compañía alemana.

Así las cosas, la OPA lanzada por Unión Fenosa sobre Hidrocantábrico será, salvo sorpresas de última hora, la única oferta en vigor el próximo viernes, una vez culminado el plazo -finaliza hoy- para presentar ofertas alternativas.

Confianza

El presidente de Unión Fenosa y copresidente del BSCH, José María Amusátegui, se mostró ayer confiado en el triunfo de la OPA lanzada sobre Hidrocantábrico. Esta OPA culminará el próximo día 29, supondrá un desembolso de más de 400.000 millones para la eléctrica gallega y dejará al sector español, como gráficamente destacó ayer Amusátegui en un encuentro con prensa especializada, "con tres patas" [Endesa, Iberdrola y Fenosa-Cantábrico].

El completo éxito de la OPA de Fenosa, no obstante, pasa porque al menos un 75% de los accionistas de Cantábrico acepten modificar los estatutos para eliminar las restricciones de voto vigentes. El próximo día 22, una junta extraordinaria volverá a examinar esta posibilidad de desblindaje, que no prosperó semanas atrás por las reticencias de dos de los principales accionistas de la eléctrica asturiana, Cajastur (10,5%) y la compañía estadounidense TXU, que ha elevado su participación en Cantábrico hasta el 14%.

Amusátegui, que presentó ayer los resultados de Fenosa en 1999 -celebra junta general el sábado- restó trascendencia a la posibilidad de que los accionistas de Fenosa no aprueben la modificación estatutaria y adelantó que el propósito del BSCH es mantener en la sociedad resultante de la fusión Fenosa-Cantábrico al menos el mismo porcentaje (10%) que ahora mantiene en la eléctrica gallega. El BSCH se ha hecho ya con un 5% de Cantábrico.

Aunque los últimos acontecimientos, y especialmente la retirada de EnBW, parecen despejar el camino de Fenosa, entre los críticos a la fusión se manejan argumentos que podrían incluso llevar la operación -examinada además por Defensa de la Competencia- a los tribunales.

Entre esos argumentos está el denominado Protocolo Eléctrico firmado en 1997 entre las compañías del sector e Industria y que en su apartado tercero recoge expresamente la obligación de las empresas que lo firmaron "a no ser propietarias, ni directa ni indirectamente, de ninguna acción del capital del resto de las empresas firmantes".

Pero el posible enfrentamiento, si finalmente lo hay, no ha mermado la voluntad tranquilizadora del presidente de Fenosa, que ayer remarcó que si su compañía consigue al menos el apoyo del 51% de los accionistas de Cantábrico, ese hecho "tendría que desembocar en un acuerdo". "Todas las partes implicadas saben que sus intereses serán cuidados con excepcional desvelo y mimo" afirmó. Respecto al futuro, y tras destacar los buenos resultados cosechados el pasado año, con un beneficio neto próximo a los 100.000 millones, afirmó que Fenosa pretende cerrar este año y el próximo con un incremento de ganancias no inferior al 15%.

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