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FÚTBOL Liga de Campeones

El Madrid expone su presente y su futuro

El conjunto blanco se juega hoy ante el Bayern salvar una temporada desastrosa

Llegados a este punto de la temporada, cercana ya la hora de hacer caja, el Madrid aparece por Múnich con el gesto propio de quien se lo juega todo a una carta. Y no es la mejor manera de irrumpir en unas semifinales de la Copa de Europa, adonde conviene acudir no sólo con la ilusión por las nubes sino con la cabeza despejada y los deberes domésticos cumplidos, al menos debidamente encarrilados. Pero así se las ha gastado este curso extraño y loco, que tiene a todo un Real Madrid, a su presente y también a su futuro, pendiente de lo que ocurra esta noche en el Olímpico (20.45, Vía Digital; 22.30, TVE-1 en diferido). El resultado de la ida en el Bernábeu (2-0) permite a los blancos, eso sí, sentirse más cerca de la final de París que su rival, el Bayern.Expulsado de la Copa del Rey y descartado de la lucha por el título de Liga, el Madrid no mira hacia la Copa de Europa con intenciones de colgarse de la solapa un broche de oro. Mira con la desesperación propia de quien necesita agarrarse a algo para salvar un año desastroso. Al Madrid no le queda otra que redimirse precisamente con una proeza en el más lucido y complicado de todos sus objetivos. Y como incluso el conjunto blanco camina actualmente por España fuera de los puestos que dan derecho a disputar la próxima Liga de Campeones, no es sólo el balance de la temporada lo que está en juego esta noche, sino también las cuentas del año que viene. En un siniestro más difícil todavía, el camino más directo que tiene para acceder de nuevo al torneo del dinero y el prestigio es justo a través de la misma Copa de Europa.

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No llega con tantas urgencias el Bayern, que sí tiene el trabajo de casa hecho. Segundo en la Liga, con plaza en la Copa de Europa asegurada, y un título ya en el bolsillo (el sábado ganó la Copa). Pero llega peor el equipo alemán, claro, que tiene la obligación de remontar un 2-0. No es el gol una materia que asuste al Bayern -el propio Madrid ha conocido hace apenas un par de meses un 2-4 y un 4-1 suyos-, pero sí es cierto que suele acudir en masa a él cuando se encuentra ante rivales heridos y obligados a abrirse en busca del portal contrario. Esta vez es al Bayern a quien le toca arriesgar, y ahí lo pasa peor.

Para ganar fe en sí mismo, los de Múnich se agarran al retorno de Effenberg, ausente en el 2-0 del Bernabéu, y a la temperatura del Olímpico. Los futbolistas alemanes han tratado desde hace una semana de calentar los ánimos de la hinchada para que encoja esta noche con sus gritos al Madrid. Pero seguramente no radica ahí el secreto de la eliminatoria.

Es en el propio Real Madrid donde está la llave de la semifinal. Todo depende de si el Madrid se mete esta noche dentro del traje de Jekyll o del de Hyde. Tan irregular ha sido la temporada del Madrid que es imposible pronosticarle un comportamiento para esta noche. El recuerdo de la noche de Old Trafford o el del miércoles pasado en el Bernabéu permiten ponerle una mueca de optimismo a la cita. Pero la trayectoria blanca está llena de espantadas. Por ejemplo, el sábado ante el Alavés, y también ante el Bayern no hace mucho más tiempo. Una moneda al aire es este Madrid.

Tiene de su parte que sus jugadores, como en el célebre curso de la séptima, parecen muy concentrados con el tramo final de la competición continental. Da la sensación de que han abandonado voluntariamente los torneos nacionales y sólo tienen ojos y físico para Europa. Nada más descriptivo en este sentido que Redondo, enorme en los partidos internacionales.

Pero si el Madrid tiene un valor seguro ése es Raúl, que llega realmente fuerte a la última recta de la temporada. El siete del Madrid ha decidido remangarse y comprometerse con el equipo -se lo ha colgado a la espalda-, con sus compañeros -parece empeñado en alcanzar de todos ellos su mejor versión: Anelka dice que Raúl es el que mejor le entiende, Redondo dice que Raúl es el que mejor le entiende, Morientes dice...- y con su propio instinto -afirmó un día que sería el mejor futbolista del mundo y en ésas sigue-.

Vistos los efectos de hace una semana, parece seguro que Raúl jugará de nuevo de enganche, lejos del área, como surtidor oficial de balones. Pese a las bajas -Salgado y Karanka, sancionados-, Del Bosque repetirá el diseño que tan buen resultado le dio en la ida. Los tres centrales, con Helguera de jefe, los cuatro centrocampistas (con McManaman y Redondo por el centro y quizás los laterales no tan adelantados), Raúl de enganche y Morientes y Anelka en la punta.

Real Madrid: Casillas; Iván Campo, Helguera, Julio César; Geremi, Redondo, McManaman, Roberto Carlos; Raúl; Morientes y Anelka.

Bayern: Kahn; Babbel, Jeremies, Linke; Salihamidzic, Effenberg, Fink, Lizarazu; Scholl; Paulo Sergio y Elber.

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