Manila reanuda las negociaciones para liberar a los rehenes
El equipo de mediadores del Gobierno de Filipinas reanudó ayer las negociaciones con los separatistas musulmanes de Abu Sayyaf, tras 48 horas de escaramuzas e intercambios de disparos, para que liberen a las 21 personas que mantienen secuestradas desde hace 12 días. El equipo negociador que dirige el antiguo guerrillero Nur Misuari confirmó a la prensa que el emisario se había puesto en contacto con los secuestradores y con él llevaba comida y medicina para los rehenes, un grupo de turistas y trabajadores de un complejo turístico que fue secuestrado en la isla malaisia de Sipadan. "Un primer equipo ha sido enviado a la zona para averiguar su objetivo real, qué tienen en mente y por qué secuestraron a los turistas", afirmó el general Yusop Jikiri, responsable de los negociadores gubernamentales. "Normalmente, el propósito de estas actividades criminales es conseguir dinero, pero es sólo una especulación. (...) Todavía no sabemos si lo que quieren es un rescate o tienen propósitos políticos", añadió.
En sus primeras declaraciones desde el comienzo del secuestro, el presidente filipino, Joseph Estrada, aseguró que el Gobierno "está determinado a salvar a los rehenes y a no ponerlos en peligro".
Los guerrilleros y sus rehenes se encuentran en el área de la localidad de Talipao, en el sur de la isla filipina de Jolo, que ha sido acordonada por unos 2.000 soldados. El Ministerio de Asuntos Exteriores francés, nacionalidad de dos de los secuestrados, aseguró ayer que el grupo de rehenes había sido reagrupado después de que las autoridades filipinas informaran el jueves de que había sido dividido para facilitar la huida de los guerrilleros por la selva.
Amenazas de muerte
Una nueva llamada a una emisora local de un supuesto portavoz de la guerrilla de Abu Sayyaf, que aspira a establecer un Estado islámico en el sur de Filipinas, advirtió ayer de que dos rehenes serían ejecutados, con periodistas como testigos, si no cesa la presión de los militares sobre otra facción del grupo separatista que actúa en la isla de Basilan. Una amenaza similar fue realizada la semana pasada.
En Basilan, el Ejército puso fin el miércoles al secuestro de un grupo de escolares y sus profesores que permanecía retenido desde marzo. Durante la acción, cuatro personas murieron y otras 15 fueron liberadas. Los soldados continuaban ayer la búsqueda de entre ocho y diez rehenes cuyo paradero se desconoce desde entonces.
Por otra parte, el Frente Moro de Liberación Islámica, el otro de los dos grupos de separatistas musulmanes que actúan en Filipinas, anunció ayer un alto el fuego unilateral de 48 horas que comienza en la mañana de hoy. El Gobierno ha mostrado su esperanza de que este paso sea el inicio de la paz. Fuentes oficiales aseguran que los enfrentamientos entre este grupo y el Ejército han obligado a 114.000 personas a abandonar sus hogares en los últimos días.
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