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MEDIO AMBIENTEMEDINA ORDENA EL CESE DE LOS VERTIDOS

Orihuela decreta medidas "de emergencia" ante la contaminación del Segura. El alcalde de Orihuela rectifica y exige ahora el saneamiento del río

La contaminación del Segura ha alcanzado tal nivel que encierra un "grave peligro" para la salud humana y para el futuro de la agricultura de la comarca de La Vega Baja. Desmarcándose de la postura de su partido, el PP, tendente a minimizar el alcance de la contaminación del río, el alcalde de Orihuela alertó ayer de ese peligro y decretó medidas de "emergencia". José Manuel Medina exige al resto de administraciones que actúen "de forma inmediata".

"Sólo los habitantes de la comarca de La Vega Baja conocen el impacto que está produciendo [la contaminación del río] sobre nuestra sociedad". El alcalde de Orihuela, el popular José Manuel Medina, ha decidido abanderar la lucha por la regeneración del Segura, el mayor de los problemas a los que se enfrentan su ciudad y el resto de la comarca. A través de un decreto sin precedentes, el munícipe enfatiza el "absoluto deterioro medioambiental" del río, que a su entender ha llegado a tal extremo "que podemos considerar que encierra un grave peligro tanto para la salud humana como para el futuro agrícola de la vega que riega".Por ello, el alcalde de Orihuela asegura que hablar de la contaminación del Segura "se nos queda muy corto", y refiere el problema en términos de "contaminación de la comarca".

Alcanzar la "contaminación cero" es el objetivo de una serie de medidas "de emergencia" decretadas por el primer edil, entre las que figura la redacción de una ordenanza que prohíba todos los vertidos contaminantes de industrias y viviendas, la creación de una brigada de inspección, y la elaboración de un estudio para el saneamiento integral de la cuenca del río en el término municipal de Orihuela. El alcalde exige la colaboración del resto de administraciones.

Aunque la contaminación del río Segura es evidente y nadie la niega, es la primera vez que una institución pública reconoce explícitamente los riesgos que comporta para la salud. De hecho, cuando el año pasado se conoció el resultado, en ese sentido, de un estudio realizado por un experto de la Universidad Miguel Hernández, desde el propio Ayuntamiento de Orihuela, la Diputación de Alicante y la Generalitat se tachó de "alarmista" al académico, y se intentó neutralizar las conclusiones de su trabajo con informes más suaves para minimizar sus efectos ante la ciudadanía.

Medina reconoce que el impacto de la contaminación se extiende "al corazón mismo" de la comarca de La Vega Baja, conducido por las mismas acequias y azarbes que transportan el agua que riega la tierra. "Estas redes de riego tradicionales se extienden a lo largo y ancho de nuestro territorio agravando aún más, si cabe, un problema que ya de por sí merecería la consideración de emergencia", reza el decreto.

En su análisis de la situación, el primer edil oriolano asegura que la contaminación, "lejos de afectar sólo a la población" por los problemas de malos olores o el pésimo aspecto de las aguas del río a su paso por la vega, "afecta a la propia tierra, la saliniza y empobrece". En lo económico, la contaminación también tiene sus efectos negativos: "Nuestros productos [agrícolas], de calidad indudable por su forma de producción tradicional, empeoran su imagen y por tanto su competitividad", reseña el alcalde.

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Medina aporta en el decreto cierta dosis de autocrítica, al indicar que todo ello, junto a la "absoluta" desaparición de la vida del río, que es obvia, "provoca que algo que hace tan sólo unas décadas era impensable ha sucedido ante nosotros sin que hayamos sabido actuar a tiempo". El alcalde dice que, pese a todo, se puede llegar a tiempo, "aun sabiendo los altos costes, no sólo económicos, que tendrán las actuaciones".

Se parte de la base de que sanear el Segura costará mucho dinero, tanto por la elaboración de los trabajos encargados como por las obras que deberán repercutir en la mejoría del río. Por ello, Medina ordena el cese de los vertidos, industriales y urbanos, disponiendo de las medidas correctoras necesarias. Se gestionarán, para ello, ayudas económicas de otras instituciones para mejorar o dotar al término municipal de redes de alcantarillado, colectores y depuradoras, sistemas individuales de depuración para casas aisladas y subvenciones a particulares para realizar obras.

El decreto enfatiza la "realidad imperiosa" de actuar de forma inmediata contra la contaminación, y exige al resto de administraciones implicadas (central y autonómica) que adopten medidas similares de emergencia para alcanzar la solución definitiva del problema que, al entender del alcalde, "ha provocado una de las mayores crisis de la milenaria historia de La Vega Baja del Segura".

El decreto ha sido recibido con cautela por los colectivos que llevan años reivindicando el saneamiento integral del Segura, que lo consideran "incompleto". Aunque aplauden el cambio de actitud del alcalde, reclaman medidas de emergencia en todo el cauce del río, desde Murcia a Guardamar.

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