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Economía pone sanciones "disuasorias" de 50.000 pesetas a cinco menores que corrieron un encierro

La Consejería de Economía de la Comunidad ha expedientado a cinco menores de edad por correr el encierro taurino del 30 de agosto de 1999 en San Sebastián de los Reyes. Dos de los cinco jóvenes ya han sido sancionados con 50.000 pesetas de multa. Los otros tres aún no han recibido la notificación. El Reglamento Taurino de la Comunidad establece que sólo los mayores de 16 años pueden ponerse delante de los astados en los encierros o en la suelta de reses. Los cinco expedientados por Economía tenían 15 años cuando se les denunció.

Lo habitual hasta ahora, en el caso de que se descubriera a menores desafiando a los astados en una suelta de reses o en un encierro, era que la Comunidad abriera un expediente sancionador contra el consistorio, como máximo responsable de la organización del festejo, pero no contra el menor. La Dirección General de Protección Ciudadana abrió un expediente sancionador contra el Ayuntamiento de Arganda del Rey (29.700 habitantes) en 1997 porque entre 200 y 300 menores se colaron en la plaza de toros portátil, el martes 16 de septiembre de ese año, durante las fiestas patronales.Ahora, la Comunidad ha abierto la vía para sancionar a las personas que corren. El director general de Turismo de la Consejería de Economía, Joaquín Peñarrubia, recordó ayer que, en el caso de los cinco menores multados, fue el propio Ayuntamiento de San Sebastián quien denunció la ilegalidad. "Si se les hubiera dejado correr el encierro, la cosa habría sido muy distinta", afirmó. "El Ayuntamiento actuó muy bien en este caso", añadió Peñarrubia. A partir de ahora se "personaliza la sanción para disuadir al menor", afirmó el director regional. "La obsesión de todos en esta materia es la seguridad, por un lado la de los propios menores que saltan a la manga [el callejón por donde se corre el encierro] y, por el otro, para garantizar que las reses no sufren maltrato alguno", explicó Peñarrubia.

Hasta tres millones

El Reglamento de Espectáculos Taurinos califica como infracción grave que los menores corran los encierros. Y establece una sanción que puede oscilar entre las 8.333 pesetas y los 3,3 millones. Según Peñarrubia, no es la primera vez que se sanciona a un menor por correr encierros.

Los agentes de la Policía Municipal de San Sebastián de Los Reyes (57.800 habitantes) descubrieron a cinco menores de entre los 4.000 jóvenes que particparon en el encierro de toros de agosto de 1999. Y les denunciaron.

El documento municipal de la denuncia de los agentes locales llegó a la Dirección General de Turismo de la Comunidad, el organismo encargado de regular los festejos taurinos en la región y de sancionar a los que incumplan con los preceptivos requisitos formales.

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"La Comunidad tiene el acta del delegado gubernativo, en este caso la policía municipal de la localidad donde se celebró el encierro, y en ese documento está incluida la denuncia de los agentes locales", afirma Peñarrubia. "En la denuncia figura que los menores estaban dentro de la manga, corriendo el encierro".

La dirección general de Turismo ha tramitado el expediente contra los denunciados. Dos de las cinco propuestas de sanción ya están resueltas. Los dos menores afectados deben hacer frente a una multa de 50.000 pesetas. Los otros tres están a la espera de que les llegue la notificación de la cuantía que deberán abonar en caso de que la Comunidad así lo estime. Economía ha sido incapaz de localizar a dos de ellos.

Peñarrubia considera que la cuantía de la sanción "no es muy alta". "No se pretende hundir en la miseria a los jóvenes expedientados sino sólo disuadirles para que no repitan lo que han hecho", añadió.

En todo caso, según el dirigente regional, deberán acudir los menores a pagar la multa. Peñarrubia desconocía ayer el procedimiento administrativo a seguir si éstos se declaraban insolventes. "No sé cómo cobrará las sanciones la Consejería de Hacienda", admitió.

Las multas a los menores obedecen "al hecho objetivo" de que ponerse a correr delante de un toro es más arriesgado para un chaval que para un adulto, según Peñarrubia. "Las sanciones tratan de evitar, en todo lo posible, las situaciones de riesgo", añade.

"Precisamente esta normativa está enfocada a prevenir accidentes, a que no haya cornadas y menos a los chicos que aún no tienen la edad establecida por ley para ponerse delante de un toro", concluyó.

"Quiero sentirme junto a los pitones y me da igual la multa"

Saúl tiene 15 años y quiere ser torero. Corrió el encierro de toros de San Sebastián de los Reyes celebrado el 30 de agosto pasado. El mismo día que le cazaron sin la edad suficiente para participar en el espectáculo taurino, Saúl declaró a todos los periodistas que le quisieron oír que le gustaba sentirse "al lado de los pitones de un toro". "No quiero estar en casa viendo la tele, así que vengo y me divierto un rato y me da igual que me pongan una multa", explicó.Otro de los cinco sancionados por Economía se llama Alejandro y es vecino de Alcobendas. Vive con su madre, una empleada de la limpieza que trabaja en el Ayuntamiento.

Alejandro, aprendiz de carpintero, quedó el 30 de agosto a las 7.30 de la mañana cerca de su casa con 10 amigos. "Fuimos sólo los chicos porque a ellas no les gusta madrugar ni los toros", explicó ayer. Fueron a la plaza de San Sebastián de los Reyes caminando.

"Cuando llegamos nos compramos la entrada en la taquilla de la plaza y nos subimos a la grada", relató. Iban a ver cómo un amigo corría el encierro en el último tramo, ya dentro del ruedo. Cuando pasaron las reses, Alejandro y su amigo Johny bajaron de las gradas al callejón de la plaza para hablar con su compañero. "Queríamos preguntarle qué sensaciones se tienen cuando vas delante de un toro", declaró ayer Alejandro. En ese momento se soltó una de las cuatro vaquillas que continuaban el festejo.

"Pero ni siquiera llegamos a pisar el ruedo", afirmó. Un policía municipal se les acercó y les dijo que allí molestaban. "Le respondimos que había otras personas al lado de nosotros que tambien molestaban", comentó. El agente les preguntó si los dos jóvenes le podían acompañar fuera del callejón. Y los llevó a un apartado. Allí les pidió el carné de identidad. "Nos dijo que no nos iba a multar... Pero ya veo lo que ha hecho", se lamentó.

Alejandro sabía que no podía correr el encierro. "Y no lo hice", asegura. "Pero tampoco puedo pagar todo ese dinero. Yo no lo tengo y mi madre tampoco porque no gana mucho limpiando escaleras", afirma.

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