Ross impulsa las negociaciones en Israel, mientras Barak busca el apoyo de los rabinos
Las negociaciones entre israelíes y palestinos sobre el estatuto permanente de los territorios palestinos entraron ayer en una nueva fase al sumarse a ellas el mediador estadounidense para Oriente Próximo, Dennis Ross. Éste, que llegó a Eilat la noche anterior, dijo que Israel y los palestinos tienen el propósito de esforzarse en los próximos dos meses para alcanzar el acuerdo marco que permita llegar a un tratado definitivo de paz. Sin embargo, tal como reconoció el ministro palestino Yasir Abed Rabbo, "hasta ahora no se ha alcanzado ningún progreso en Eilat".
Mientras sus negociadores lidian con los palestinos, el primer ministro israelí, Ehud Barak, trata estos días de granjearse el apoyo de los rabinos al eventual acuerdo de paz, un respaldo necesario si quiere evitar la ruptura de la frágil coalición de gobierno. En lo que se ha convertido en una excursión ritual para los políticos israelíes, Barak ha visitado esta semana a los líderes de dos partidos judíos ultraortodoxos que tienen la capacidad de torpedear sus últimos pasos hacia la paz. Se trata del rabino Ovadia Yosef, líder espiritual del partido Shas, y los dirigentes de Tora y Judaísmo, con quienes abordó su plan de transferir a total control palestino tres localidades de las afueras de Jerusalén.Dado que ni el Partido Laborista de Barak ni el conservador Likud han logrado nunca suficientes escaños en el Parlamento para formar un Gobierno monocolor, los partidos religiosos les han servido tradicionalmente para formar mayoría. El apoyo tiene, naturalmente, un precio y la paz con los palestinos puede requerir concesiones.
Ross dijo ayer en Eilat que a partir de hoy se entrevistará varias veces con Barak y con Yasir Arafat, presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), así como con sus respectivos representantes en las negociaciones. También se espera que en cierto momento se reúnan Barak y Arafat (aunque aún no se ha fijado la fecha), que la secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright, viaje a Oriente Próximo para "atar cabos" y que los dos primeros se entrevisten, finalmente, con el presidente estadounidense, Bill Clinton.
"Es obvio que israelíes y palestinos debaten asuntos muy, muy difíciles", dijo Ross. "No obstante, lo hacen con seriedad y con un esfuerzo por entender las necesidades de la otra parte", añadió sin poder asegurar que vayan a alcanzar el compromiso en el plazo de dos semanas, tal como intentan. Los puntos de fricción siguen siendo el futuro de Jerusalén, los refugiados palestinos, los asentamientos judíos, el reparto del agua, la seguridad y la economía.
Por otra parte, el Ejército israelí reconoció ayer haber herido a 14 civiles libaneses por "error" durante un bombardeo de su aviación sobre el sur del país vecino y anunció la apertura de una investigación.
"Durante un ataque aéreo sobre el sur de Líbano esta tarde, una bomba ha caído por error en las afueras del pueblo de Habbush y ha herido a un cierto número de civiles", admitió el portavoz. Poco antes, la policía libanesa denunció que se habían producido 14 heridos.
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