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Los jueces piden más centros de desintoxicación para drogadictos

La mayoría de las asociaciones judiciales consideran que para que el drogadicto pueda cumplir la pena fuera de las prisiones, tal y como considera una reciente sentencia del Tribunal Supremo, sería necesario realizar fuertes inversiones y crear centros de desintoxicación adecuados. Dicha sentencia (ver EL PAÍS de ayer) señala que los jueces pueden sustituir la pena de prisión por un tratamiento en un centro de desintoxicación cuando un drogadicto que haya cometido un delito se comprometa a rehabilitarse, incluso si la pena es superior a los dos años de prisión y si el autor del delito es reincidente. Según explicó ayer el portavoz de la Asociación Profesional de la Magistratura, José Luis Requero, la sentencia está muy bien teóricamente, pero "no se sabe si el estado puede asumir esa carga, es decir, el coste y la capacidad de organización de ese tipo de servicios".

Por su parte, Montserrat Comas, portavoz de la asociación Jueces para la democracia, explicó que la sentencia es importante porque "establece un criterio del código penal más acorde con los fines que la Constitución establece respecto al cumplimiento de las penas que es la reinserción social". Agregó que la sentencia "consolida un criterio de interpretación del código penal que hasta ahora era minoritario en los tribunales y que, a partir de ahora, podrá hacerse más extensivo".

José Luis González, portavoz de la Asociación Francisco de Vitoria, comentó que la sentencia del Tribunal Supremo "está muy bien planteada desde el punto de vista teórico", pero que, "para que sus fines puedan cumplirse, será necesario llevar a cabo grandes inversiones económicas".

Evitar regalos

Según González, la sociedad tiene derecho a protegerse de la comisión de delitos, agregó, y actualmente eso se hace mediante la prisión, pero también podría llevarse a cabo mediante programas de rehabilitación siempre que "los centros cumplan funciones y no vengan a ser mera sustitución o un regalo para los condenados que han delinquido bajo los efectos de la droga".

Por su parte, el magistrado del Supremo, José Antonio Martín Pallín, uno de los autores de la sentencia en cuestión subrayó ayer que "todo el mundo entiende" que si se consigue la deshabituación de los drogadictos, se logra la desaparición del factor que genera la necesidad de dinero para satisfacer la adicción y que, por consiguiente, favorece la delincuencia. Según dijo, es la primera vez que el Supremo expresa este criterio en una sentencia desde la entrada en vigor del nuevo Código Penal, que podría ser modificado para aplicar el tratamiento como medida alternativa. Del texto, aclaró el magistrado, no se desprende que todos los drogadictos que cometan delitos deban ser enviados a centros de desintoxicación, puesto que la medida es "potestativa" y debe estudiarla el juez en cada caso. Tampoco supone que los condenados puedan ahora pedir la revisión de su caso y que se les saque de la cárcel.

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