ASTROFÍSICA Primera medida del diámetro de una estrella recién nacida
El nacimiento de una estrella es un acontecimiento de lo más íntimo, si se tiene en cuenta que ocurre dentro de envolturas de polvo tan densas que resultan impenetrables para la mayoría de los telescopios. Por eso es un proceso aún poco conocido por los astrónomos. Un equipo español dirigido por José Cernicharo, del Instituto de Estructura de la Materia (CSIC), ha medido por primera vez el diámetro de una estrella que acaba de nacer y que está rodeada por un disco en el que probablemente se formarán planetas en el futuro, afirman los autores. El trabajo se publica en el último número de la revista Science.Las estrellas nacen a base de material que se va condensando dentro de la nube de polvo, por la fuerza de la gravedad. Cuando la cantidad de material condensado supera un cierto límite, las presiones y las temperaturas son tan altas que empiezan a tener lugar las reacciones nucleares que hacen brillar al nuevo astro. Para entonces el material ha formado un disco, llamado disco protoplanetario porque es el gérmen del sistema planetario que cada vez más -por los muchos planetas extrasolares que se están detectando- los astrónomos creen que acabará formándose.
Este disco y la radiación de la nueva estrella es lo que ha visto el equipo español con el telescopio en órbita ISO, de la Agencia Europea del Espacio (ESA), cuya capacidad para detectar la luz infrarroja le permite ver a través de las capas de polvo opacas para telescopios que ven el mismo tipo de luz que el ojo humano.
Gran actividad en Orión
La estrella recién nacida está en la nebulosa de Orión -un famoso nido de formación estelar- a 1.200 años luz de distancia de la Tierra. Pero la novedad para los astrónomos no es su existencia, puesto que ya había sido detectada previamente en otras observaciones, sino el hecho de que ya esté funcionando como estrella -que ya esté brillando- y que por primera vez se puede medir el diámetro de su disco protoplanetario, que equivale a la órbita de Júpiter. Hasta ahora se creía que la estrella era tan joven que las reacciones nucleares no podían haber empezado aún en su interior.
El equipo español lo considera el sistema planetario más joven jamás detectado, como explica Cernicharo: "Estamos viendo las etapas más tempranas de formación de un sistema planetario. El sistema está a una temperatura media de entre 800 y 1.000 grados, lo que significa que la estrella ya está lo bastante caliente como para estar encendida. Y es la primera vez que podemos determinar el tamaño de una región donde se están formando una estrella de baja masa y su sistema planetario". Además, los astrónomos han medido la composición química de la envoltura de polvo que rodea a la estrella y su disco. Está hecha de granos de hielo de agua, de dióxido de carbono, de metano y tal vez de metanol.
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