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Antich culpa al ministro Matas del espionaje a un dirigente del PSOE balear

El presidente del Gobierno de las Islas Baleares, el socialista Francesc Antich, aseguró ayer en el Parlamento autónomo que "el escándalo político" del supuesto espionaje del correo electrónico a un alto cargo del PSOE en el Consell de Mallorca "implica directamente" al ex presidente balear, Jaume Matas, del PP, recién nombrado ministro de Medio Ambiente del Gobierno central. El PP "niega rotundamente un uso voluntario" de los mensajes, y asegura que eran desviados a sus ordenadores por "un error técnico inintencionado".Antich efectuó estas afirmaciones en una comparencia especial ante el pleno de la Cámara, celebrada a petición del propio Grupo Popular para que detallara el caso, que está siendo investigado por la policía por orden del juez que instruye la denuncia del propio Gobierno balear. "Da la impresión de que es un caso evidente de espionaje político, de un caso gravísimo de espionaje de una institución a otra, con finalidades claramente políticas y económicas", explicó Antich.

"Matas presumió públicamente de poseer información privilegiada", recordó Antich rememorando que el líder del PP de Baleares hizo ostentación en 1998, ante la Asamblea regional, de haber logrado un documento interno del Consell. Según Antich, ese material fue obtenido a través del pinchazo irregular a la red del Consell, que estaba derivada al ordenador de uno de los tres secretarios personales que tenía el ahora ministro cuando presidía la comunidad.

El presidente socialista exigió una explicación de Matas y también de la portavoz adjunta del PP en el Congreso de los Diputados, Rosa Estarás, que presidía la empresa servidora de Internet desde la que se efectuó el desvío de mensajes. "Un ministerio no es una bula para los presuntos pecados anteriores", aseveró el mandatario autonómico, que intuye "una trama previamente organizada para el espionaje" relacionada con "una red de negocios misteriosos".

José María González, nuevo portavoz del PP balear y jefe de la oposición en sustitución de Matas, dijo a Antich que tiene la obsesión de atacar a Jaume Matas, que "derrotó clamorosamente al Gobierno balear". La izquierda "ha juzgado, sentenciado (...) condenado y fusilado", replicó el PP, que acusa al pacto de la izquierda en Baleares de saber hacer sólo "oposición de la oposición".

Antoni Alorda, del PSM, describió el "espionaje al adversario político y la violación de los secretos de las comunicaciones" como un ejemplo de sordidez y de falta de escrúpulos. Izquierda Unida, por boca de Miquel Ramon, indicó que "es poco respetuoso con las formas democráticas que la persona involucrada sea ascendida a ministro".

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