El Gobierno vasco alega que los papeles de ETA prueban que no hubo ningún pacto

El portavoz del Gobierno vasco, Josu Jon Imaz, negó ayer la existencia de cualquier acuerdo entre los partidos que sostienen al Ejecutivo autónomo (PNV y EA) y ETA, y se refirió a los documentos ahora conocidos en su integridad como la prueba de que el pacto no existió. Quienes sostienen lo contrario, sea ETA o los partidos de la oposición, están engañando a la sociedad, dijo. Imaz esquivó las preguntas que le pedían precisar cuándo y a través de qué canal conocieron el Gobierno y el propio lehendakari la existencia de los documentos. También aseguró que las negociaciones de PNV y EA con ETA no influyeron en la formación del Gobierno en 1998, del que los socialistas, afirmó, se excluyeron. El PNV dará hoy su propia versión.

Si algo prueban los documentos intercambiados por el PNV y EA con ETA es precisamente que no hubo pacto de ningún tipo con la organización terrorista. Ésa fue la idea reiterada una y otra vez por el portavoz Josu Jon Imaz tras la reunión habitual de los martes del Gobierno vasco. PP y PSE opinan justamente lo contrario y reclaman la comparecencia del lehendakari Ibarretxe en el Parlamento de Vitoria."Nunca existió un acuerdo con ETA, y quienes sostienen esto, sea la propia organización armada u otros, están faltando a la verdad y engañando a la sociedad", afirmó Imaz, quien añadió: "Nunca ha existido una coincidencia de posiciones entre el Gobierno vasco, PNV y EA con ETA". A su juicio, la lectura de los papeles revelados estos días por el diario Gara deja claro que fue la exigencia de respeto a los derechos humanos y a la pluralidad de la sociedad vasca lo que impidió el acuerdo, al no ser aceptados por ETA ambos principios.

En este sentido, Imaz señaló que cuando el entonces candidato a lehendakari Juan José Ibarretxe emprendió negociaciones con los socialistas para la formación del nuevo Gobierno vasco, lo hizo con toda lealtad y buena fe. Si el PSE no está hoy en el Ejecutivo no fue por ETA, o por un pretendido pacto de exclusión acordado entre los nacionalistas, sino por los propios socialistas, que se negaron a aceptar el Plan Ardanza como base de la politica de pacificación, aseguró Imaz. El portavoz parlamentario del PSE, Rodolfo Ares, le respondió de inmediato: la negociación que entonces mantenían el PNV y EA con ETA sí fue decisiva para que los socialistas renunciaran a entrar en un Ejecutivo con ambas formaciones.

Imaz se enrocó en la afirmación de que el Gobierno vasco conocía los documentos intercambiados por el PNV y EA con ETA como "el resto de los ciudadanos vascos". Hasta cuatro veces esquivó las preguntas que le pedían precisiones sobre el momento y el modo en que conoció su existencia y si este conocimiento se produjo a través de las filtraciones a la prensa o por el conducto de la información facilitada por el PNV.

En el Gobierno vasco, dijo, existe "sorpresa" ante la importancia y la difusión concedida ahora a unos papeles que, recordó, no son nuevos. El portavoz atribuyó las primeras filtraciones sobre el particular al ministro del Interior, Jaime Mayor, y recordó que tales filtraciones coincidieron con una entrevista entre el lehendakari Ibarretxe y el presidente del Gobierno central, José María Aznar. También hizo notar que cuando el PNV y EA intercambiaban sus propuestas con ETA (julio de 1998), el actual Ejecutivo vasco no existía todavía.

El portavoz insitió una y otra vez en que lo publicado no introduce ninguna novedad en la situación política de Euskadi. En esa medida, se mostró convencido de que el Gobierno de Ibarretxe tiene "mimbres" suficientes para seguir ejerciendo su labor sin necesidad de plantearse un adelanto de las elecciones, recordó que los Presupuestos están aprobados e incluso aprovechó para corregir el plazo del verano como supuesto tope para conseguir apoyos parlamentarios. Si no son posibles antes de esa fecha, "seguiremos buscándolos", dijo. También aseguró que el diálogo con los partidos, excepto con el PP, que se niega a entrevistarse con Ibarrretxe, "está abierto". Y en este sentido argumentó que Ibarretxe está dispuesto igualmente a abordar con Aznar una reunión para "debatir la normalización política" de Euskadi.

En contraste con este discurso de Imaz y su negativa a responder a determinadas preguntas, Ramón Jáuregui, diputado socialista por Álava, sí interpretó la publicación de los papeles de la banda terrorista como "un serial con el que ETA rompe de manera pública y solemne sus lazos de entedimiento político con el PNV y EA". Jáuregui mostró su convencimiento de que sí hubo un acuerdo político de fondo, un proceso pactado entre el PNV, EA y ETA, y que ambos partidos fueron engañados en su buena fe por la organización terrorista. Su compañero de partido Javier Rojo instó al lehendakari a explicarse en el Parlamento autonómico o "irse a su casa, que es lo que tenía que haber hecho hace tiempo". Un mensaje similar al que lanzó poco después el también socialista Rodolfo Ares.

En esta misma línea, el presidente del PP en Euskadi, Carlos Iturgaiz, anunció que su partido "tomará medidas" para que Ibarretxe ofrezca explicaciones en la Cámara de Vitoria. Iturgaiz añadió que el presidente del Ejecutivo debería comparecer voluntariamente para exponer lo que sabe "sin que se lo tengamos que pedir desde la oposición".

El PP planea requerir esa comparecencia si antes del viernes Ibarretxe no la plantea. En relación con esta exigencia, el portavoz Imaz se limitó a señalar que el lehendakari acostumbra a acudir al Parlamento cuando se le solicita.