La Feria de Abril recibe 1,3 millones de visitantes en su primer fin de semana
La Feria de Abril catalana es un mundo. Para el profano puede ser un espectáculo sorprendente. En los últimos años ha conseguido una media de tres millones de visitantes. En esta edición, la número 29, según datos de la Federación de Entidades Culturales Andaluzas en Cataluña (FECAC), organizadora del evento, desde el viernes por la noche hasta el lunes de madrugada pasaron por el real de Sant Adrià más de 1,3 millones de personas.
La feria va camino de volver a cosechar un éxito rotundo de público, consolidada ya en su nuevo emplazamiento de Sant Adrià, frente al mar y junto a la salida 24 de la Ronda del Litoral.El visitante puede pasarse horas visitando las más de 60 casetas levantadas en el real y en cada una de ellas encontrará algo distinto. Para disfrutar de la gastronomía, las horas diurnas son las más aconsejables: varias casetas preparan menús típicos andaluces a precios razonables. Por las noches, lo típico es degustar el habitual pescaíto frito, rociado con fino o manzanilla. Las tapas, eso sí, salen bastante más caras y en las horas de mayor afluencia de personal, los cocineros no dan abasto, y eso se nota a veces en la baja calidad final de la comida.
Famosos son también los productos que se sirven en la caseta del Centro Cultural de Castilla- La Mancha. En este caso, se trata de especialidades castellanas o quesos manchegos. Esta caseta supone una incursión en el paisaje más típicamente quijotesco, con el Caballero de la Triste Figura presente en la decoración como insigne anfitrión. Y es que la feria es, ante todo, un espacio de diversidad, palabra que, no por más utilizada para definir este evento, resulta menos acertada para calificarlo.
Caseta gay
Este año la diversidad ha roto todo tipo de tabúes. Por primera vez en 29 años de historia de la Feria de Abril, en el real se ha instalado una caseta dirigida al público gay. Se trata de la número 32, instalada frente a la caseta de Convergència i Unió y al lado de la del Centro Cultural Gitano de Sant Adrià. No se ha hecho publicidad de esta caseta, cuyo nombre colocado en la fachada principal es, para quien conozca el ambiente gay de Barcelona, bastante revelador: McArena. Arena es un nombre famoso en Barcelona. Seguramente es la discoteca gay más popular del municipio. Uno de los socios de este negocio ha tenido la idea de montar la caseta.
La mayoría del público asistente a la feria, sin embargo, se refiere a este recinto con el nombre tal y como consta en el plano de la feria: Macarena, el nombre de la virgen sevillana.
La caseta tiene su barra de bar, como todas, y su escenario para las actuaciones. Tras este tablao luce una enorme bandera arco iris, símbolo del orgullo gay. Los camareros que trabajan en la caseta son empleados de Arena, en su mayor parte homosexuales. Y por las noches, a diferencia de los espectáculos de flamenco y sevillanas que pueden verse en el resto de locales del real, en McArena actúan las reinas de la noche, las drag queens.
Más de un visitante acude al punto de información preguntando por la caseta a la que, quienes la buscan denominan, entre ellos, "la carpa". Allí todo el mundo es bien recibido. Como en el resto de casetas, el acceso es libre. Quien no sepa dónde se mete, sale de la caseta sin ni siquiera haberse dado cuenta de la reivindicación del movimiento gay que representa.
Este año, también se está notando la presencia de visitantes extranjeros a la feria. Ayer, por ejemplo, llegó hasta Sant Adrià un autocar procedente de la ciudad belga de Amberes, con los integrantes de la Peña Al-Andalus de esa ciudad. En el autocar llegaron hasta la feria tanto ciudadanos belgas como españoles instalados en Bélgica. Entre ellos, estaba el bailaor, conocido como Kuqui, de 15 años y nacido en Bruselas, y que ha sido el ganador del primer premio del Concurso Internacional Europeo de Baile Flamenco celebrado el año pasado. El joven artista actuó por la noche en la caseta de la FECAC.
Para ver buenos espectáculos andaluces la mejor caseta de la feria es, precisamente, la de la FECAC. Sin embargo, quien quiera tomar el escenario y lanzarse por sevillanas debe acercarse a otras casetas, como la de la Hermandad Rociera Nuestra Señora de la Esperanza de Badalona, la de la Peña de Cerdanyola, o la de la Hermandad Rociera de Santa Coloma de Gramenet, entre otras. Y quien prefiera ambiente discotequero, tiene en los chiringuitos que han montado los partidos políticos el espacio ideal. Y es que en la feria cada cual encontrará su lugar si se molesta en buscarlo entre la multitud de las variadas ofertas que se congregan. Durante 10 días, la diversidad es la reina del recinto y el valor más preciado por los asistentes.
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