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Veinte jóvenes ocupan el antiguo Hostal del Sol en Tarragona

Un grupo de 20 jóvenes ha ocupado el edificio del antiguo Hostal del Sol, en la ciudad de Tarragona, que se encontraba abandonado desde hacía más de veinte años. Se trata de la primera ocupación con un importante número de participantes que se produce en Tarragona. Con esta acción, los jóvenes pretenden recuperar un espacio para la ciudad, ya que tienen la intención de crear un centro social en los bajos del inmueble. Además quieren denunciar la especulación del suelo y la carencia de políticas municipales de juventud.

La ocupación, según explicó ayer uno de los portavoces del grupo, quien prefirió permanecer en el anonimato, se realizó hace dos meses, aunque las penosas condiciones de habitabilidad del edificio obligaron a los jóvenes a retrasar el anuncio de su acción hasta ayer, una vez acondicionada una parte del inmueble.Los miembros de la Asamblea de Okupas de Tarragona, creada hace tres meses principalmente por miembros del Ateneo Libertario de Tarragona y el de Reus, y el Centro Social de Valls, entre otros, tienen intención de abrir lo antes posible los locales de la planta baja, donde instalarán una cafetería y organizarán conferencias y talleres de interés social.

Con vistas al mar

La rehabilitación del edificio, situado en el paseo de Sant Antoni, uno de los lugares más privilegiados de Tarragona, con vistas al mar y al anfiteatro, se realizará, según explicaron ayer los ocupantes, progresivamente, piso a piso y en sentido ascendente, dependiendo de las necesidades de los colectivos que trabajen en él. Por el momento, el primer piso se ha reservado para viviendas.

El mismo portavoz denunció que en Tarragona existen muchos edificios que, como el Hostal del Sol, se encuentran vacíos por razones especulativas. Antes de la ocupación los jóvenes se pusieron en contacto con los vecinos y ninguno de ellos se opuso a la iniciativa. El edificio ha sido utilizado por mendigos y era un lugar al que acudían habitualmente los toxicómanos de la ciudad a pincharse. "Recogimos jeringuillas a montones", aseguró ayer uno de los jóvenes ocupantes.

El Hostal del Sol se iba a convertir en 1998 en un edificio de apartamentos. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña anuló la ordenación urbanística realizada porque consideraba que tenía un impacto negativo en el entorno, integrado por las murallas y el baluarte de Sant Climent, lo que obligó al Ayuntamiento a suspender la concesión de licencias y presentar un recurso para evitar tener que indemnizar a los propietarios.

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Josep Lluis Sellart

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