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El Gobierno israelí ultima la operación de retirada de Líbano

El Gabinete restringido para Asuntos de Seguridad de Israel, que encabeza el primer ministro, Ehud Barak, se reunió ayer para continuar el debate sobre la retirada de su país del sur de Líbano, que Israel asegura querer llevar a cabo antes del próximo julio. Se trata de la tercera reunión que celebra dicho Gabinete en las últimas semanas, después de que el Gobierno de Barak en pleno decidiera aplicar la resolución 425 que adoptó el Consejo de Seguridad de la ONU en 1978, exigiendo la retirada israelí del sur de Líbano, cuya ocupación comenzó ese año y se amplió con la invasión militar de 1982.

Los israelíes denominaron eufemísticamente "zona de seguridad" a esa franja de algo más de mil kilómetros cuadrados que ocupan en el sur del país vecino. Su justificación era que esa zona-tampón protegería a las localidades del norte de Israel, lindantes con Líbano, de eventuales ataques palestinos.

El Gabinete para Asuntos de Seguridad (cuyas deliberaciones son secretas) no adoptó ayer decisiones al respecto, algo que tiene previsto hacer el Gobierno israelí en pleno la próxima semana.

Trascendió, no obstante, que se trató de la protección de los alrededor de 3.000 integrantes del Ejército del Sur de Líbano (ESL), la milicia que colabora con Israel en esa zona ocupada. Tanto el Gobierno libanés como los guerrilleros de Hezbolá (Partido de Dios), que luchan contra la ocupación israelí, consideran a los milicianos del ESL unos "traidores".

Retirada unilateral

Con la decisión política ya tomada, el Gabinete reducido debate las cuestiones prácticas y las posibles consecuencias de la retirada, que será unilateral ya que Israel no ha logrado alcanzar un acuerdo ni con el Gobierno de Beirut ni con el de Damasco, que controla de hecho Líbano. Según Radio Israel, los militares esperan recibir las órdenes de retirada dos semanas antes de que se produzca la evacuación y tienen previsto destruir todos sus puestos de vigilancia establecidos en la zona antes de abandonarla.

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Entretanto, ha llegado a la ciudad de Metula un equipo de ingenieros para estudiar cómo reforzar la valla que demarca la frontera norte de Israel, lindante con el sur de Líbano, en el marco de la Operación Mañana Crepuscular, que es el nombre que ha dado el Ejército israelí a la retirada. Metula es la ciudad fronteriza israelí situada más al norte del país.

La retirada de Líbano obliga a Israel a trasladar la alambrada fronteriza hacia el sur del país en varios puntos. Al final del proceso, la cerca tendrá que coincidir con la frontera internacional de 1923 pactada por Francia y el Reino Unido, las ex potencias coloniales que, después de derrotar al Imperio Turco Otomano en la I Guerra Mundial, obtuvieron respectivamente un mandato sobre Líbano y Siria (en el caso de París) y sobre Palestina (en el de Londres).

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