Unos traficantes de arte expolian azulejos del castillo de Benissanó

Un grupo de traficantes de obras de arte ha aprovechado las obras que se están efectuando desde hace más de un mes en el castillo medieval de Benissanó (Camp de Túria) para colarse en su interior y robar una treintena de azulejos del siglo XV de un valor incalculable, según fuentes próximas a la investigación. En su opinión, los ladrones tienen una amplia experiencia en la sustracción de patrimonio histórico y treparon hasta una ventana por los andamios que utilizan los obreros para arreglar el techo.

Los responsables municipales se percataron del expolio el pasado miércoles por la tarde, aunque desconocen qué día se produjo el robo. Sospechan que se cometió durante el puente de Semana Santa, aprovechando el descanso de los obreros y la menor vigilancia del castillo, que estaba cerrado.La Guardia Civil ha abierto una investigación para esclarecer esta valiosa sustracción de patrimonio. Ayer se podía ver a varios agentes efectuando una inspección ocular en el castillo y fotografiando las salas expoliadas.

Fuentes cercanas al caso detallan que los ladrones utilizaron algún tipo de punzón o escoplo para arrancar de los suelos de tres plantas diferentes del castillo una treintena de azulejos pintados a mano por alfareros medievales, lo que les confiere un valor incalculable.

Todos los azulejos robados son tan antiguos como el castillo, construido durante el siglo XV. Además, todas las piezas sustraídas son similares: todas las figuras, aunque de dos diseños diferentes, están pintadas en tonos azulados sobre un fondo blanco.

Los ladrones sólo han robado cerca de una décima parte de los azulejos que embaldosan el suelo del castillo. Han dejado la gran mayoría de azulejos con figuras pintadas en azul y no se han llevado ninguno de los azulejos de color rojizo y fondo totalmente liso, que deben haber considerado de menor valor por no estar pintados a mano.

Unas circunstancias que hacen creer a los investigadores que los ladrones son personas muy expertas en obras de arte y que actúan bajo un pedido muy concreto en cuanto al número de azulejos y a su color. Un pedido que debe haberles formulado a los ladrones, en su opinión, alguna persona muy encaprichada por el arte, tal vez para decorar alguna estancia de una residencia privada.

Fuentes muncipales señalan que se trata del mayor expolio que recuerdan en este castillo. Pero se muestran confiados sobre las posibilidades de recuperar los azulejos. Aseguran que tienen una pista "bastante fiable" sobre el paradero de las piezas robadas y creen que pueden localizarlas en breve.

A pocos kilómetros de allí, en un chalé del término de Riba-roja de Túria, el Cuerpo Nacional de Policía desarticuló a principios de 1999 una banda de ladrones de arte que había sustraído en Suiza obras de Picasso, Miró, Giacometti y arte precolombino valoradas en miles de millones de pesetas. Los delincuentes planeaban canjear las obras de arte por un cargamento de cocaína.