Un periodista tunecino amenaza con una huelga de hambre "hasta la muerte"
El periodista y defensor de los derechos humanos tunecino Taufik Ben Brick, que interrumpió el miércoles una huelga de hambre que se prolongaba ya 25 días, decidió reanudarla ayer y anunció que la mantendrá hasta "la muerte", tras comprobar que su protesta no ha surtido el más mínimo efecto. Ben Brick inició su huelga de hambre en protesta porque le habían confiscado el pasaporte y por el "constante hostigamiento policial" del que se dice víctima. A principios de este mes, además, la justicia tunecina abrió una investigación en su contra por el presunto delito de "comunicación de noticias falsas susceptibles de alterar el orden público". El periodista pidió ayer, antes de reiniciar su huelga de hambre, que fueran puestos en libertad su hermano Jalal y dos amigos, que fueron detenidos por la policía la víspera delante del domicilio de Ben Brick. "Jalal ha sido encarcelado", dijo Ben Brick. "Ni siquiera le han permitido ver a su abogado". Por tanto, anunció que va a "continuar su huelga de hambre, sin agua, sin azúcar y sin medicinas".Francia ha ofrecido asilo político al periodista, según dijeron ayer fuentes del Ministerio de Exteriores. Un colaborador del presidente francés, Jacques Chirac, se ha entrevistado con la hermana de Ben Brick a petición de ésta para interesarse por la situación del periodista. La portavoz del Ministerio francés de Exteriores aseguró ayer que su Gobierno está muy preocupado por Ben Brick, que además de ser corresponsal de las agencias Infosud y Syfia, colabora con el diario francés La Croix.
El periodista tunecino decidió interrumpir su huelga de hambre después de que se lo pidiera la viuda del que fuera primer ministro francés Pierre Mendès-France. "Rompí mi ayuno por respeto a un pacto con la señora Marie-Claire Mendès-France, con mi familia y mis amigos argelinos y tunecinos". Y decidió reanudarla después de comprobar que su hermano y dos amigos habían sido arrestados y que su barrio seguía tomado por la policía, que impedía el acceso a su domicilio.
