Los futbolistas argentinos van a la huelga para atajar la violencia

El sindicato de futbolistas argentinos decidió ayer tomar en defensa propia la única medida extrema para detener la incesante violencia de las barras bravas. Como "medida de protesta", los jugadores no trabajarán el próximo fin de semana. Ninguno de los dirigentes del gremio dice "huelga" para evitar conflictos legales, pero la protesta funcionará como un paro general de cuatro días, desde hoy hasta el lunes. La medida, que será acompañada de una petición por escrito de más y mejores medidas de seguridad a discutirse hoy en una nueva asamblea de capitanes y delegados en la sede de Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA), obliga a postergar la jornada en la que el Boca y el River se jugaban el "clásico de los clásicos" y el torneo Clausura, en el que también debía disputarse el derby de Avellaneda entre el Racing y el Independiente.

La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) adelantó la suspensión de la jornada de las divisiones C y D tras los ataques salvajes del fin de semana de hinchas entre sí y contra los jugadores. "Algo hay que hacer. Así no podemos seguir", dicen jugadores y directivos.

Unanimidad

El domingo más de 100 fanáticos del Excursionistas saltaron al campo para golpear a los jugadores del Comunicaciones. El jugador Adrián Barrionuevo, ingresado en un hospital donde es tratado de gravísimas lesiones, necesitará unos cuatro meses de recuperación. Barrionuevo tiene miedo de denunciar a sus agresores porque teme las consecuencias. Uno de sus compañeros, Diego Tieddeman, dijo que podrían haber muerto varios de los jugadores "si alguno de esos locos tenía una navaja, un cuchillo, un palo o un arma en la mano".

Los estallidos de violencia saltaron, como cada fin de semana, en los campos de la periferia de Buenos Aires donde los partidos de los torneos de ascenso se juegan casi sin protección policial.El secretario de Seguridad del gobierno argentino, Enrique Mathov, dijo que era "comprensible" la decisión de los futbolistas porque "no pueden jugar con miedo" y pidió a los directivos que "terminen con el doble discurso". Según Mathov, "los dirigentes de los clubes dicen una cosa y luego aparecen abrazados con algunos barra bravas". El secretario del sindicato de futbolistas dijo que los delegados y capitanes de los equipos habían tomado "por unanimidad la medida de protesta en solidaridad con los compañeros que fueron atacados el último fin de semana". Los dirigentes gremiales de los futbolistas reclaman "el fin de los discursos y la aplicación estricta y severa de las leyes". A su juicio, "no puede ser que los barras bravas sean protegidos, que entren por una puerta de las comisarías y salgan por la otra".