Localismos
En estas páginas Braulio Medel, presidente de Unicaja, alertaba, una vez más, de los peligros de los localismos que, en no pocas ocasiones, castraron iniciativas de desarrollo. Sabe de qué habla porque en el nacimiento de esta entidad tuvo que sortear no pocos intereses partidarios, localistas y egoísmos personales que anteponían su propia situación al interés general. El presidente de Unicaja criticaba duramente el peligro de fomentar los localismos y provincialismos trasnochados, refiriéndose al inevitable proceso de fusión de las cajas andaluzas, una realidad que no va a demorarse mucho tiempo.Aunque por motivos diversos, tanto Medel como el presidente andaluz, Manuel Chaves, quieren enterrar las fratricidas luchas que los localismos han generado en Andalucía desde los reinos de taifas. No es fácil la tarea porque la política de los agravios comparativos ha sido utilizada como banderín de enganche en nuestra tierra por políticos sin visión de futuro. Baste recordar a los políticos de la UCD que pretendían dividir Andalucía en dos partes. Obviamente, esto no significa desconocer las diferencias que existen, la redistribución, en ocasiones no justa, de las inversiones, el reparto no equitativo de fondos o los olvidos históricos que padecen algunas provincias.
La realidad tiene que ser otra y Medel la resumía así: construir Andalucía desde la perspectiva de que es bueno para todos actuar desde una óptica común. Desde una perspectiva similar, aunque en términos políticos, Chaves ha conseguido enterrar los localismos en su partido. Primero, con el llamamiento a nivel nacional de superar viejas y frustrantes rencillas pidiendo al PSOE andaluz dar ejemplo sin reclamar lo que por derecho podría corresponderle como federación socialista más potente de España y, ahora, haciendo caso omiso a las presiones que le llegaban de los ocho secretarios provinciales para repartir "cuotas" en el Gobierno. Chaves, con esta decisión, ha tenido manos libres para formar su Gobierno sin atender cuotas territoriales o verse cercado por los restos de las familias del partido. El presidente ha configurado su equipo sin más ataduras que su propia conciencia y el conocimiento de quienes necesita tener a su lado para gobernar Andalucía en estos cuatro años.
JUAN DE DIOS MELLADO
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