La orden definitiva sobre horarios para el próximo curso admite la jornada continua. El horario continuo deberá tener el apoyo del 66% del consejo escolar

El horario en los colegios de infantil y primaria podrá cambiar en el curso 2000-2001. Una orden que entró en vigor el lunes y que se aplicará de forma experimental sólo el próximo curso establece con carácter general la jornada partida (de 9.00 a 12.30 y de 14.30 a 16.00), pero permite la continua (de 9.00 a 14.00). Las condiciones para cambiar de horario son varias: un gran consenso entre los diferentes sectores educativos de los centros; desarrollo de planes de actividades extraescolares de tarde organizados por los ayuntamientos donde esté ubicado el colegio; mantenimiento del comedor y de transporte escolar.Con este decreto, la Consejería de Educación resuelve una de las polémicas que han agitado este curso escolar y da salida al conflicto planteado por 72 colegios de Alcalá de Henares, Torrejón de Ardoz y otros municipios del este y sur de Madrid que pidieron al inicio del curso el horario intensivo. Los padres se manifestaron en numerosas ocasiones e incluso se negaron a llevar a sus hijos al colegio cuando la petición les fue denegada. El Ministerio de Educación -del que dependían los centros hasta el pasado 1 de julio- no había regulado la jornada. "Sólo dependía de consultas concretas", señalaron ayer fuentes de la consejería. Y en esas consultas se establecieron como requisitos que la solicitara el 80% de los padres o que hubiera profesores por la tarde.

Para que un centro pueda pedir jornada continua, su consejo escolar lo ha de aprobar, al menos, por dos tercios de sus miembros. Posteriormente elaborará un proyecto de mejora pedagógica y organizativa -explicando las razones del cambio horario- que ha de someter a consulta entre los diferentes sectores educativos del colegio: claustro de profesores, personal no docente, al consejo escolar local o de distrito, al ayuntamiento y a las asociaciones de padres. Los informes elaborados han de ser positivos. Además, los centros han de cumplir los siguientes requisitos:

- Estar incluidos en planes de mejora y extensión de servicios educativos de los ayuntamientos que incluyan la modificación de jornada como una variable del mismo.

- Garantizar la presencia del profesorado durante, al menos, dos sesiones de tarde para que desarrollen tareas de coordinación y también las actividades de apoyo y refuerzo a los alumnos.

- Garantizar la continuidad de los servicios de comedor y transporte escolar.

Finalmente será una comisión -integrada por miembros de la Consejería, de la Federación de Municipios de Madrid, del Ayuntamiento y de la federación de asociaciones de padres- quien decidirá si el centro puede tener el próximo curso la jornada continua.

"Si cumple con estos requisitos, no sólo Alcalá de Henares, sino los centros que lo pidan, podrán tener jornada continua", señalaron ayer fuentes de la Consejería de Educación, que destacaron "la falta de un soporte legal" a la que estaban sometidos los centros educativos a la hora de pedir una modificación de horario, cuando éstos dependían del Ministerio. La veintena de centros que este curso tienen jornada continua en la región podrán seguir con ella si cumplen con los requisitos. Pero el consejo escolar no tendrá que consultar su proyecto al personal no docente ni al claustro de profesores del centro.

Sólo para un curso

Los colegios a los que finalmente se les apruebe la jornada continua gozarán de ella sólo por un curso. Después, la comisión de valoración decidirá si pueden prolongarla un año más. Fuentes de la Consejería aseguraron que tras el periodo experimental, Educación elaborará una orden con carácter definitivo para regular la jornada en los centros de primaria.

En cualquier caso, la Comunidad tiene todavía pendiente aprobar una orden para regular la cooperación con los ayuntamientos a la hora de firmar convenios de colaboración para los planes de mejora y extensión de los servicios educativos.

En el borrador de orden se establece que los consistorios podrán firmar convenios de colaboración con la Comunidad para ayudar a sufragar este gasto, que, en cualquier caso, seguirá corriendo en la mayoría de los casos a cargo de las familias particulares. Darán prioridad a los municipios donde el nivel socioeconómico sea más bajo, y donde haya presencia de alumnos de compensatoria (inmigrantes, gitanos y sectores desfavorecidos).

El presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón, anunció el pasado mes que el Gobierno destinará entre 400 y 600 millones para financiar las actividades extraescolares. Pero irán destinados fundamentalmente a subvencionar a las familias más desfavorecidas y al equipamiento y material destinado a estas actividades.

La Federación Madrileña de Municipios ha calificado este documento "de mínimos", y considera que cualquier acuerdo para que sean los municipios los encargados de las actividades extraescolares "ha de ser más generoso". A principios del pasado mes valoraron en 35.000 millones de pesetas al año lo que le costaría a la Comunidad subvencionar todas las actividades vespertinas. Algo que la Consejería de Educación descartó de pleno.