5.000 muertos al año

West Paducah, Jonesboro, Springfield, Pearl, Columbine y ahora el zoo de Washington. La racha de incidentes violentas que tienen como protagonistas y víctimas a menores de edad norteamericanos es incesante en Estados Unidos. La plusmarca del horror la sigue teniendo el suceso del instituto Columbine, en Littletown, un suburbio de Denver donde hace un año dos miembros de una llamada Mafia de la Gabardina mataron a tiros a 12 condiscípulos y un profesor y luego se suicidaron.País todavía de frontera, país violento, EEUU se angustia tras cada uno de estos incidentes y luego se atasca en un debate político entre los defensores del derecho a poseer armas, inscrito en la Constitución, y los partidarios de mayores medidas de control. Todas las propuestas del Gobierno de Clinton y Al Gore para aplicar modestas medidas que dificulten el acceso de los pequeños a las armas se han enfrentado con el muro del Congreso, de mayoría republicana.

Unos 5.280 niños y adolescentes mueren cada año en EE UU por disparos de arma de fuego. Es una cifra 12 veces superior al total de las muertes infantiles de ese tipo en los otros 25 países más industrializados, según el Centro de Prevención de la Violencia Armada de Washington. Aún más, 6.000 estudiantes son expulsados anualmente de las aulas por llevar armas de fuego.