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El laberinto de leyes retrasará cualquier castigo

Si el juez aprueba y asume la propuesta de disgregar Microsoft en varias compañías, pueden pasar al menos dos años hasta que sea efectiva si los tribunales finalmente imponen su cumplimiento. En ningún caso se aplica la sanción hasta que se hayan agotado las apelaciones. La acusación puede presentar su propuesta sancionadora entre hoy y el viernes. El día 24 de mayo el juez ha convocado una vista oral para que ambas partes presenten sus alegaciones a la propuesta de sanción.

El magistrado Thomas Penfield Jackson, que no esconde su intención de acelerar los trámites al mayor ritmo posible, tardará entre uno y dos meses en dar a conocer su decisión final. Sea cual sea la sanción que establezca -aunque ha dado muestras de compartir el punto de vista del Gobierno de EEUU- la demanda antimonopolio entrará después en una fase todavía más compleja: Microsoft ya anunciado su intención de presentar el correspondiente recurso ante el Tribunal Supremo. El juez, que según las leyes es el encargado de trasladar ese recurso al Supremo, pedirá la vía de urgencia en la resolución, lo que puede situar el final del caso en torno al verano del año 2002.

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La táctica del gigante

Microsoft desea e impulsa la táctica contraria, consciente de que nada le viene mejor que ganar tiempo y asegurarse buenas compañías; para eso ha empleado como asesor en el caso a un estratega de la campaña de George Bush, Ralph Reed. Nada le viene mejor a Bill Gates que un cambio de signo en el Gobierno de EEUU, y más aún ahora que George Bush ha hecho pública su impresión de que el juicio antimonopolio llega demasiado lejos.

Igual que la demanda contra IBM se zanjó con un acuerdo justo después de un cambio de gobierno, las elecciones presidenciales de noviembre -y los cambios posteriores en el Departamento de Justicia- pueden ser el mejor as en la manga de Microsoft.

Pase lo que pase, lo cierto es que Bill Gates, presidente no ejecutivo y cofundador, ha perdido 5,36 billones de pesetas desde que el pasado 3 de abril el juez Thomas Penfield Jackson declarara culpable a Microsoft de violar las leyes antimonopolio.

Gates es propietario de 785 millones de acciones del gigante informático, que ayer valían en el mercado 9,15 billones. Desde la sentencia del 3 de abril, Gates ha perdido 5,44 billones de pesetas a consecuencia de la caída de las acciones de Microsoft en el mercado bursátil.

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