"En Madrid no se hacen buenas fotografías deportivas"

Una instantánea de la campeona del mundo de gimnasia rítmica Alina Kavaeba, obtenida en Osaka en octubre de 1999, ha permitido a Kike Maga, un profesio-nal de Fuenlabrada (164.000 habitantes), ganar el Premio Internacional de Fotogra- fía deportiva de Santander.Kike Maga nació en la capital y estudió primero en los salesianos y luego en los escolapios. Su primera incursión en la fotografía fue en la agencia Efe, que entonces se llamaba Cifra, donde tomó contacto con los grandes reporteros de la época.Después se dedicó al retrato, para pasar más tarde a trabajar en el mundo de la publicidad y de la fotografía industrial. Ha vivido 10 años en Valencia y dos en Estados Unidos. Pregunta. ¿Cómo empezó en la fotografía deportiva?

Respuesta. Fue por casualidad. Soy madrileño, pero estaba en Valencia trabajando en fotografía industrial. Cuando llegué a la capital, me encontré con que no conocía a nadie. Un día, pasando por un pabellón, entré y vi a niñas haciendo gimnasia rítmica. Empecé a interesarme y las entrenadoras me asesoraron sobre el trabajo. En 1991 cubrí el primer Campeonato de España.

P. ¿Resulta difícil ir por libre en el fotoperiodismo?

R. Es muy difícil. Yo, cuando fui a Japón, iba con una concepción distinta. A los europeos nos mandaron a la grada, mientras que los japoneses estaban a pie de pista. Gracias a la marca de la cámara, que me prestó grandes teleobjetivos, pude hacer esa fotografía. Sabía lo que iba a hacer y me salió bien.

P. ¿A quién vende su trabajo?

R. Esto es un círculo muy pequeño, porque no hay una revista especializada en España. A lo que me he acostumbrado es a vender a las propias deportistas cuando se entrenan o compiten en grandes pruebas.

P. En Madrid, ¿le resulta difícil vender su trabajo?

R. En principio, sí. Sólo las niñas de la gimnasia rítmica o alguien que haga alguna publicación sobre esta disciplina me compran algún negativo para publicarlo. Es un campo muy pequeño que, de momento, no tiene salida.

P. ¿Qué parte le gustaría retratar de Madrid?

R. No lo sé, porque no me mezclo con el resto de compañeros. Voy por libre. Conozco a pocos compañeros, porque no me suelo mezclar con algunos que se las dan de élite y ni te miran a la cara. Eso sí, no está explotada la fotografía de calidad de deportes como el balonmano o la esgrima, por ejemplo.

P. ¿Puede vivir de la fotografía?

R. Sí, porque viajo por toda España y visito todos los clubes de gimnasia rítmica. Cojo a las niñas que van a los campeonatos y las hago las fotografías con sus mallas y, sobre todo, mucho retrato. Lo único que pasa es que ya estoy un poco cansado de tanto viajar.