Una queja JUAN JOSÉ MILLÁS
No se deben tirar los medicamentos caducados, por si quitaran los dolores de cabeza antiguos. Quienes padecen neuralgias y migrañas saben perfectamente que los sufrimientos pasados permanecen en la memoria como un bulto que a la larga hace más daño que la molestia misma que lo provocó. Las personas con tendencias neurálgicas suelen tener asociados los acontecimientos más importantes de su vida a una cefalea nerviosa. El día en el que uno tenía que opositar a Correos, por ejemplo, amaneció nublado y la frente del opositor también. Antes de meterse en la ducha, ya se había instalado alrededor de su globo ocular izquierdo un suplicio que le hacía mezclar los temas de Geografía con los de Historia, los ríos con los montes, la gimnasia con la magnesia. Acudió al examen de todos modos convenientemente forrado de optalidones. Quizá aprobó incluso. Pero nunca dejó de dolerle que el sufrimiento quedara para siempre asociado al éxito.Volvió a pasarle la noche de su boda. Le despertó a las tres una punzada en la nuca, un destello en medio de la bóveda craneal, como si alguien hubiera encendido violentamente una luz blanca, y supo que le esperaba una jornada de perros. Empezó a medicarse en ese instante, para prevenir, y llegó al altar o al juzgado en estado alucinatorio. De hecho, no tenía constancia de haberse casado, pero los papeles decían que sí y acabó por aceptarlo sin confesarle nunca a su mujer que no recordaba haber acudido a la boda.
Podríamos seguir enumerando situaciones en las que la felicidad se alía, para el jaquecoso, a la desdicha. Pero son demasiadas. Hasta ahora nos curábamos de aquellas migrañas antiguas (lo que era tanto como rectificar el pasado) con medicinas caducadas, que en buena lógica deberían actuar sobre los dolores prescritos. Pero nos acaban de decir que el 90% de las medicinas sigue siendo eficaz después de su fecha de caducidad, pues ésta se basa tanto en criterios científicos como comerciales. En otras palabras, que nos han devuelto de golpe todas las cefalalgias antiguas sin quitarnos las actuales. ¿Tienen las organizaciones de consumidores un departamento de quejas retroactivas?
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